Nada menos que dos expresidentes estadounidenses se sentaron juntos para presentar un programa educativo. Bill Clinton y George W. Bush no tuvieron inconveniente en intercambiar posturas. Dado que éste fue abuelo el año pasado y que Chelsea espera para otoño, el republicano le soltó a su colega a bocajarro: «Prepárate para enamorarte de nuevo». Cómo estará el mundo para que hasta Uvedoble haga gracia.
Si este mismo encuentro llega a organizarlo el Consell por una de esas, seguro que se tuerce. Lo que en Washington fue jijí, jajá, aquí Clinton habría salido respondiendo que «aquello de Mónica, azorete, no fue amor» y se hubiese liado. Es que a nostre Ejecutivo todo se le atraviesa. La consellera del ramo quiso hacer un guiño al personal adelantando el arranque del curso y el septiembre este se convierte en el más tórrido del último medio siglo. Virgen santa qué tino. Tanto que, desde que se produjo el pitido inicial, la tensión ha ido en aumento con denuncias entrecruzadas y alcaldes del pepé como el de Calp, nada sospechoso, recomendando a los del poble no asistir a clase. A este paso alguien va a tener que trazar más líneas todavía.
El mismo que viste y calza, o sea Fabra, se presentó a primera hora en el lugar de autos del incendio del Montgó. Como tenga que acudir a todos los rincones de los que sale humo, no le va a dar tiempo ni a respirar. Menos mal que para tomarse un respiro siempre están las Corts por donde no han de aparecer hasta el 23, lo que equivale a 68 días de vacaciones a los que hay que añadir los dos meses navideños y demás. Por cómo está el patio, habrá gente que se pregunte por qué estas criaturitas no acudieron al escaño incluso en agosto a pesar de tener aire acondicionado. Eso es algo cruel. No hay más que asomarse al hemiciclo el 23 para ver que casi todos están achicharrados.