El ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, consideraba recientemente que España no está en condiciones de acoger unos 3.350 refugiados hasta el 2016 tras el nuevo reparto que decidió la Unión Europea y a 1.800 inmigrantes (en realidad también refugiados). El ministro de un Gobierno que declara todos los días que se ha salido de la crisis, un país que es un país desarrollado, con la cuarta economía de la zona euro, sorprende que la cuota asignada le parezca excesiva. Un dato: en 2013 España sólo concedió asilo a 206 personas, Alemania a 10.000, Francia 8.950.

Y todo esto en un mundo que atraviesa una crisis humanitaria de enormes proporciones. Solo en Siria, según Amnistía Internacional, más de 200.000 personas han perdido la vida; más de 11 millones, aproximadamente la mitad de la población del país, han tenido que abandonar sus viviendas en busca de refugio; cuatro millones han huido a países vecinos como Líbano, Turquía, Jordania, Irak o Egipto, que han acogido al 95 por ciento de las personas refugiadas.

Según el Acnur 380.000 personas se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad y precisan un reasentamiento urgente.

Un testimonio: «Llevamos una vida desesperada y sabemos que no podemos regresar a Siria. Aquí nos estamos muriendo y allí (en Siria) nos moríamos de otra manera. No quiero sufrir más» (Mariam, 48 años, madre de tres hijos, refugiados en Jordania desde septiembre de 2012, dos de sus hijos han intentado suicidarse). Testimonio recogido por Amnistía Internacional.

Alemania calcula que en 2015 acogerá unas 800.000 personas víctimas de la guerra y de la violación de los derechos humanos sistemática de todos los derechos humanos. Se puede ver en las televisiones que estos refugiados en los andenes en Alemania son recibidos con aplausos. Muchos alemanes son solidarios y se movilizan, muchos más que los nazis que rechazan violentamente a estas personas.

El ministro del Interior germano, Thomas de Maiziere, dijo que «el derecho fundamental al asilo no tiene tope» y que les será difícil absorber a tantos refugiados. A todo esto España, el país que más... crece en la Unión Europea sólo estaba dispuesto acoger a unos 1.500, aunque Rajoy en Berlín, presionado por Merkel, explica que puede cambiar de opinión, eso sí, que Grecia e Italia organicen campamentos en sus territorios. Lo que es habitual en este Gobierno: la culpa la tienen otros.

Al menos, les queda... Alemania. Paradojas de la historia. Y España, de donde tantos tuvieron que huir, mirando para otro lado.

Margallo debe conocer estas cifras y muchas más. En cuanto a testimonios hay muchos. Para el PP la austeridad es una «ley sagrada».