Una de las consecuencias del desenfrenado proceso constructivo experimentado en los años de bonanza del boom del ladrillo, ha sido, entre otras y por muy diversos motivos, la falta de calidad experimentada en la ejecución de muchas promociones.

La crisis sobrevenida y la actual regularización del mercado, ha supuesto una cierta depuración de muchas empresas constructoras y promotoras improvisadas al amparo del beneficio rápido que supuso la ruptura la ruptura entre la oferta y la demanda real de viviendas, pero que han dejado un lastre diferido en el tiempo, de un fuerte incremento de los litigios entre Comunidades de Propietarios y el conjunto de los agentes intervinientes en el proceso de la edificación. Estas reclamaciones derivan en su práctica totalidad, en traumáticos y largos procesos judiciales que raramente satisfacen a las partes afectadas por su duración, costes y resultados finales obtenidos. Litigios sustentados básicamente en informes periciales de gran complejidad técnica que deberían precisar de una especialización específica, objetividad y profesionalidad, acorde con los graves perjuicios que este tipo de acciones, suponen tanto a los usuarios en particular, como al interés general.

Si algo se ha sacado en claro de este periodo ya pasado, es que el tipo de desarrollo urbanístico y edificatorio debe cambiar. Las distintas Instituciones implicadas en el proceso comparten como inquietud común el potenciar la calidad en la edificación como elemento determinante para el futuro del sector sí como el fomentar la excelencia en el ejercicio de la actividad profesional y empresarial de todos los agentes intervinientes en la edificación, y así se desprende de la última reunión sobre calidad en la construcción mantenida entre Provia y Colegios profesionales de Arquitectos, Aparejadores e Ingenieros de Caminos el pasado junio.

Es por esto que debemos aprovechar el momento, aunar esfuerzos y colaborar en aras de pretender un mejor resultado de las edificaciones y en particular, en aumentar la calidad, la eficiencia energética, accesibilidad y el confort de las viviendas ejecutadas, en un marco de entendimiento y principios éticos en el desarrollo de la actividad profesional y empresarial en la edificación.

Para ello, desde el Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de la Edificación de Alicante hemos apostado decididamente por la mediación como la vía más óptima de resolución de conflictos extrajudiciales, constituyendo de forma pionera el Centro de Mediación de la Edificación inscrita en el Ministerio de Justicia desde el pasado mes abril, así como también organizado debates sobre temas en este ámbito con la presencia de importantes profesionales como el Presidente de la Audiencia Provincial de Alicante, Vicente Magro Servet.