Querido amigo y compañero Antonio, el debate abierto en «Opinión» del diario INFORMACIÓN del día 10 sobre la cuestión de Rabasa alcanza niveles ya gastados, a pesar de no ser una cuestión nada baladí que, como bien conoces, llevamos años con ello y que tras las últimas elecciones municipales con el acuerdo que alcanzó el tripartito municipal parecía que se le daba carpetazo definitivo a este asunto que, como quema mal extinguida revive ahora sus lumbres y emprende en llamas.

No voy a entrar en los dogmatismos a los que haces alusión, ni a citar actores que tuvieron y probablemente mantengan intereses preferentes en la implantación del macrocentro de la multinacional Ikea. Las cuestiones de urbanismo es casi imposible dejarlas de lado porque es la cuestión de fondo como también lo es, en este caso el interés general si partimos de que la urbanística es una actividad pública, de interés general.

Con base en ese principio rector, las opiniones del cómo hacer ciudad permite la inclusión de visiones distintas e incluso dispares, pero desde luego no hay una cuestión personal ni dogmática ni lucha contra el mal en amparo del bien, cuando se cita a la ciudadanía hablo del conjunto de la ciudad, pues nos afecta a todos, no exclusivamente a los propietarios de las viviendas de Rabasa, que obviamente la Asociación de Vecinos sí carecen de objetividad por los intereses que tienen en el macrocentro por los puestos de trabajo prometidos.

En cuanto a tu exposición en relación a la primera autoridad municipal a la que aludo en mi artículo, te aconsejo leas los diarios INFORMACIÓN de los días 5 y 6 de este mes de agosto y tal vez comprendas por qué se hacen tales referencias. Tampoco entiendo sinceramente nada de lo que escribes en relación al populismo y al Registro de la Propiedad (párrafo 4º), creo que no tiene que ver con mi artículo (como así lo indicas), pero le introduces un tinte perverso que no está en mi voluntad y que no acabo de ver las razones del mismo.

En relación a que nadie está capacitado para definir lo que unívocamente es interés general de la ciudad, en este caso que nos atañe, obviamente tengo claro que los intereses de la multinacional Ikea y de sus mercantiles satélites están muy alejadas del interés general, que en el caso de Rabasa son muy obvios (Universidad, infraestructuras, protección de las Lagunas, determinación de los entornos de protección y establecimiento de una franja verde), en otros postulados no sé pero aquí sí.

No pretendo extenderme mucho, sí intentar hacerte ver que mi posición no es fruto de un dogma sino del resultado de mucho trabajo, estudio y análisis realizado sobre esa área del territorio en la que he intervenido desde las primeras alegaciones que se presentaron en el Ayuntamiento de la ciudad con compañeros de la PIC. Si accedieras a los informes que emitieron aquellas administraciones con competencias concurrentes en relación a la ATE y otros organismos, encontrarías, por ejemplo, el informe de Fomento (carreteras) contrario a la implantación del macrocentro de Ikea por problemas de infraestructuras, de accesos, de tránsito, etcétera, donde el estudio presentado por dicha multinacional no justificaba la viabilidad, la idoneidad de las infraestructuras que pretendían ofrecer valiéndose del viario preexistente del núcleo urbano de Rabasa. El informe del Ayuntamiento de San Vicente, imponía una serie de inconvenientes importantes a dicha implantación, entre otras cuestiones relevantes, el hecho de suponer una barrera entre su ciudad y la de Alicante, el enorme perjuicio que se produciría en el comercio pequeño y mediano de su término municipal, etcétera. En el mismo sentido contrario se pronunció el Informe de la Cámara de Comercio de Alicante que representa a los comerciantes de la ciudad con una clara oposición al otorgamiento de la ubicación del macrocentro en Rabasa. El largo informe del compañero Armando Ortuño (profesor del departamento de Urbanística de la UA) que analizaba con rigor las razones por las que encontraban cuestiones serias que permitieran la viabilidad de dicho macrocentro. Por último, yo en tu lugar, si me lo permites, hablaría con el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, a ver que hay de dogma en mi puesta en valor del interés general en el caso de Rabasa frente a los intereses privativos de la multinacional cuando, además, se le ofrecen alternativas muy válidas de suelos que cuentan con todas las infraestructuras de carácter estructural resueltas, necesarias para el adecuado funcionamiento de dicho multicentro sin que las mismas perjudiquen a la ciudad.

Con todo lo que se le ofrece en representación del consistorio no debería temerse por la pérdida de la inversión ni de los puestos de trabajo, como tampoco resulta admisible la posición en la que se encuentran la multinacional de un exclusivo empecinamiento más allá de lo razonable, fruto de intereses que nada tienen que ver con la actividad urbanística y, probablemente, sí con la protección de inversiones previamente llevadas a cabo sobre la propiedad del suelo (ahora que lo mencionas), es decir, con anterioridad a una aprobación definitiva del planeamiento, si es que llegado el momento se retorcieran las razones de otras alternativas de ubicación y se decidieran por una modificación en cuanto a la calificación del suelo libre de Rabasa.

Creo que hay razones jurídicas y urbanísticas más que suficientes amén de las indicadas en mi artículo del pasado día 9 en este diario como las señaladas en éste para que desmontes del caballo donde te hallas y marchemos juntos haciendo camino al andar.