Durante toda la etapa de la Volta a la Comunitat Valenciana me he acordado de ti Iván (Rocamora). Te fuiste casi sin avisar y has dejado aquí a un montón de amigos llorando y sin saber qué hacer sin tu presencia. Cada golpe de pedal aparecía tu imagen en mi cabeza y las lágrimas resbalaban por mi cara casi sin darme cuenta. Una especie de amargura recorría mi cuerpo. Fuiste mi director en juveniles, luego mi amigo en mis batallas y cuando estaba fuera con mi equipo nunca faltaba tu llamada, tu mensaje de apoyo y tu consejo. Cuando gane una carrera, miraré al cielo y te la dedicaré a ti. Te has dejado horas y horas por el ciclismo, tu pasión, sin nada a cambio. Infinidad de chavales han aprendido a tu lado lo bonito que es este deporte y jamás te olvidarán. Iker, tu hijo, estará orgulloso de tí al comprobar que eras una persona muy querida por todos. Iván, siempre estaremos contigo. D.E. P.