El día 18 de marzo tuvo lugar el acto de apertura de la causa de canonización de 56 mártires de Madrid. Se trata de un grupo de sacerdotes, pertenecientes al clero madrileño, junto con algunos de sus familiares. Asistieron al acto el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, el cardenal arzobispo emérito de Madrid, Antonio María Rouco Varela, el arzobispo de Getafe, Joaquín María López de Andújar, y varios más.

En total son 49 sacerdotes y siete familiares asesinados junto a ellos durante los años de persecución religiosa en la capital y en los pueblos de los alrededores. Los seglares presentes en el grupo son todos familiares de alguno de los sacerdotes mártires, que aseguran que los mataron por odio a la Fe, como requisito indispensable para el reconocimiento del martirio.

En el proceso de documentación sobre el martirio se han utilizado los testimonios de testigos que tuvieron trato y conocimiento con ellos. En el proceso se reconoce con toda claridad que el martirio de los siervos de Dios es antes todo un deber de justicia y de fidelidad a Dios. Los mártires no murieron por motivos falsos, sino por amor a la Fe y por fidelidad a Jesucristo.

El proceso es largo porque tienen que recoger todas las pruebas documentales. Estos mártires son modelos de vida cristiana. Los mártires son testigos de vida divina. Les debemos nuestra veneración y admiración.