Los jugadores del Elche dieron ayer un paso hacia adelante. No se trata de quitarle autoridad al entrenador, como algunos pueden pensar. En el fútbol, los técnicos proponen cosas en las pizarras, pero son los futbolistas los que disponen y deben interpretarlas en el terreno de juego. Por ello, la reunión de ayer debe servir para aunar todavía más el compromiso que esta plantilla ha demostrado, independientemente de los resultados, y para demostrar el buen ambiente que me consta que hay en el vestuario. Ahora no es el momento de tirarse unos a otros piedras o de señalar culpables. Lo que está en juego es el futuro del Elche, además del de muchos jugadores que, dependiendo de lo que hagan de aquí a final de temporada, pueden renovar o tener un destino mejor o peor la próxima campaña. Ahora lo que importa es llegar a los 50 puntos, respirar y ya llegará el momento de analizar y señalar culpables.