Con permiso de Hacienda, la UE y el resto de acreedores, el derbi provincial entre Hércules y Elche volverá a jugarse el próximo curso en Segunda B. Y los franjiverdes ya han marcado el primero. Frente a la parálisis total de la planificación deportiva del club blanquiazul por su bloqueo institucional y la amenaza de liquidación, el conjunto ilicitano ya tiene nuevo entrenador, director deportivo, presupuesto y hasta resuelto el asunto de las seis fichas de los sub'23. Y no es que la situación económica del Elche sea precisamente boyante. Todo lo contrario. Su deuda con Hacienda -ocho millones- duplica la del Hércules y el montante global de las obligaciones pendientes de pago puede superar los 32 millones. Sucede que tras el batacazo del descenso ilicitano al pozo de la Segunda B tras 19 años en el fútbol profesional, el Elche ha sabido reaccionar para contrarrestar la enorme decepción. Frente al victimismo, la inacción deportiva y la confrontación permanente del Hércules con Hacienda, los franjiverdes han obrado con diligencia para poner al frente del nuevo proyecto a Vicente Mir, ese entrenador tan denostado por el vestuario herculano, y a Jorge Cordero, hombre de Quique Pina, como responsable de la parcela deportiva. Mientras, en el Rico Pérez, Javier Portillo cruza los dedos para saber si empieza a trabajar en serio de una vez esta semana o si el presidente Juan Carlos Ramírez deja el cargo por la negativa de Hacienda. Y el Elche que ya gana el derbi...
