Los datos en marzo del paro registrado y afiliación a la Seguridad Social que el Ministerio de Trabajo publica los primeros martes de cada mes, han sido los mejores en mucho tiempo.
No porque sean menos los parados registrados, sino porque el número de afiliados a la Seguridad Social ha crecido, aunque levemente -un 0,38 con relación a febrero de 2013, o un 0,17% de media en los últimos doce meses en relación con los doce precedentes- es sin duda la mejor noticia. Esto no sucedía desde 2008. Y el crecimiento interanual se da en todos los regímenes de la seguridad social -excepto en el carbón que es una proporción mínima de los cotizantes- y muy especialmente los autónomos, y empleadas del hogar por encima del 1% seguido del mar, y el régimen especial agrario. El que menos crece son los asegurados del régimen general, un 0,05 en tasa interanual, aunque en cifras absolutas es el más importante. Y el número de mujeres afiliadas crece a mayor ritmo que en el caso de los hombres. Mientras que el número de extranjeros dados de alta se reduce. En el caso de Alicante, con casi 10.000 afiliados más ha crecido un 1,90% con relación a febrero del año anterior, el doble que la media de la Comunidad y cinco veces más que la media de España.
Aun habiendo aumentado la afiliación, tenemos en España tan sólo 2,26 afiliados a la Seguridad Social por cada pensionista, desde 1999 con 2,23 no teníamos una proporción tan baja, y entonces se alcanzaron los pactos de Toledo para salvar el sistema público de pensiones. Y, además, esa proporción sigue descendiendo. Es un tema preocupante y para estudiar detenidamente.
La estadística fiable sobre paro, empleo y población activa es la EPA - Encuesta de Población Activa que se publica cada trimestre-. Tanto la reducción del paro registrado en la oficinas del INEM como en la EPA, se debe a que se ha reducido la población activa. La reducción del paro en las oficinas del INEM dice bien poco de la situación. Y se debió básicamente a tres factores: la emigración tanto de españoles como de extranjeros; a los que la propia EPA llama «los desanimados» -personas sin trabajo pero disponibles para trabajar que no buscan empleo porque creen que no lo encontrarán, habiéndolo buscado, o no, con anterioridad-, y, por último, que al reducirse las prestaciones a los parados, ni se apuntan.
La EPA concluye que en 2013 se perdieron 198 mil empleos. Hay menos parados, pero porque son menos los activos (activos = parados + ocupados) que buscan trabajo: 268 mil menos, por las razones que enumerábamos antes. El dato terrible es que en 2013 se han destruido casi doscientos mil empleos, los ocupados, los que estaban trabajando, eran 16.758.200, lo que supone 198.000 menos que el año anterior.
Los cálculos más optimistas -los que tienen en cuenta el efecto de la reducción salarial y de derechos de los trabajadores, lo que los economistas llaman «devaluación interna»- afirman que mientras el Producto Interior Bruto (PIB) no crezca en torno al 1,5% anual no habrá creación neta de empleo, no aumentará el número de ocupados. Y ese crecimiento no se prevé hasta 2015. Y hasta entonces se seguirá destruyendo empleo aunque a menor ritmo.
En la provincia de Alicante nos encontramos, según los datos de la EPA, con que a diferencia del conjunto de España aumenta la tasa de activos, la de ocupados ¡y también la de parados! Es decir, hay más personas que quieren trabajar en el conjunto de la población, hay más personas trabajando y ¡más en paro! La población censada está estancada, pero hay más expectativas de encontrar empleo, eso explica que sean más los que buscan empleo -activos- y más los parados, y más los empleados. Los sectores que crean empleo según las oficinas del INEM han sido educación, construcción y hostelería. Y, estos dos últimos son particularmente importantes en nuestra provincia, probablemente por eso aquí crecen los activos, ocupados y parados, hay más expectativas de encontrar empleo, y en particular para las mujeres -porque los salarios de las mujeres son más bajos que los de los hombres- en la provincia.
Que se consiga crecer en 2014 depende de las exportaciones y del turismo. Las primeras han caído desde finales del año pasado y no se moverán de nuevo si no se reactiva la economía alemana y cambia la política de la Unión haciendo bajar el euro. Es lo que espera el Gobierno. El turismo, además de lo anterior, requiere en nuestro caso que no se complique más la situación de Ucrania.