Me dice Facebook que mi año ha sido «fabuloso» y da gracias de mi parte a mis contactos por haber formado parte de él. Oye, pues muchas gracias, aunque fabuloso no es el adjetivo que habría utilizado yo para definir mi año pero tal vez ando equivocada porque las redes sociales saben todo de todos, así que igual el día que me ocurrió algo fantástico me pilló despistada y no me enteré. Sí estoy segura de que no me ha tocado la lotería, sigo sin conocer Nueva York, George Clooney se ha casado con otra y mis hijos siguen siendo incapaces de darme un achuchón en serio, pero aún así leo que ha sido increíble. Y no sólo soy yo. Todos mis amigos de Facebook han tenido un año igual de «fabuloso» que el mío, según se refleja en su vídeo personalizado elaborado por la red social, y eso que uno de ellos tuvo un accidente y estuvo seis meses con dolores y rehabilitación sin poder dar un paso, cuatro se han quedado sin empleo, dos siguen sin recibir el dinero de la Ley de Dependencia, tres se han divorciado, a otro se le acabó en agosto el subsidio y anda desde entonces viviendo de sus padres, un par han tenido que irse al extranjero para buscarse la vida, otro ha sido desahuciado y una de mis amigas ha malvendido la casa porque no le daba para la hipoteca. Creo, sin embargo, que todos ellos se han quejado de vicio, igual que yo, porque no es sólo Facebook quien asegura que nos ha ido de maravilla, sino que el presidente Rajoy, que también sabe un montón, dice lo mismo: que ha sido un año de crecimiento, que hemos salido de la crisis y que nuestros problemas han quedado atrás, así que ¿quién somos nosotros para decir lo contrario?