Orihuela estaba recuperando el esplendor de sus procesiones de Semana Santa con la incorporación de nuevas cofradías y hermandades, así como de imágenes en sustitución de las que fueron destruidas durante aquella guerra fratricida. De las primeras, la Hermandad del Prendimiento que sería fundada el 14 de febrero de 1943, aunque no desfilaría por primera vez hasta cuatro años después. Tras Semana Santa, en el mes de octubre, la Cofradía de la Santa Cena que recorrió por primera vez las calles de Orihuela al año siguiente.

En referencia a las imágenes, este año presentó grandes novedades, entre ella el estreno de grupo escultórico de la Mayordomía de Los Dolores, de Federico Coullaut-Valera; las imágenes de Jesús y la Samaritana del valenciano Antonio Greses, y cuya cofradía había sido fundada el año anterior y que desfiló por primera vez en ese año; Pilato del valenciano Rabaza, para la Cofradía Ecce-Homo, que vino a sustituir a la imagen de Francisco Salzillo y que siempre se había estimado que era San Judas Tadeo y que, como tal, actualmente está entronizado en la iglesia de las Santas Justa y Rufina, bajo la tutela de su Capítulo y el patronato de la Cofradía Ecce-Homo.

Los desfiles procesionales se anunciaron el Sábado de Pasión, 17 de abril, con la Hermandad La Convocatoria, constituida en la Iglesia de la Merced bajo la tutela del sacerdote Antonio Roda López, y que asistía con el «carrico de la gemelas», que en 1944 fue sustituido por otro nuevo diseñado por Fernando Fenoll; a todas las procesiones excepto a la de la Mayordomía de los Dolores, la del Silencio y la del Santo Entierro. En la tarde del Domingo de Ramos, y desde la Iglesia de Santiago, la Mayordomía de Los Dolores; el Lunes Santo desde la Iglesia de la Merced, las cofradías del Ecce-Homo y de La Samaritana; Martes Santo, desde la Iglesia de San Gregorio, la Cofradía del Perdón; Miércoles Santo, la V.O.T. desde el convento de Santa Ana de los franciscanos, que ese año, desfilaba con Nuestro Padre Jesús, Patrón de Orihuela y el Cristo de la Agonía. Al toque de oraciones eran trasladadas las imágenes del Santo Entierro desde la Iglesia de San Juan Bautista hasta la catedral, y en la noche de ese Miércoles Santo, con salida desde la Iglesia de San Agustín, desfilaba la Cofradía del Lavatorio, cuyos componentes el año anterior se habían hecho cargo de la imagen de San Pedro Arrepentido. El Jueves Santo se efectuaba su procesión como actualmente sucede con la Hermandad del Silencio. El Viernes Santo, con salida a las cinco de la mañana la Procesión General con salida y llegada desde la Iglesia de Monserrate, y en la tarde la procesión del Santo Entierro, con las imágenes de San Juan, el Triunfo de la Cruz, Cristo Yacente y La Soledad; encabezada por el Caballero Cubierto, distinción que ese año recayó en el doctor Manuel Gómez Pardo.

La Procesión General en 1943 estaba integrada además de por La Convocatoria, por los pasos de La Samaritana, El Lavatorio, San Pedro Arrepentido, Ecce-Homo, La Caída, La Verónica, Nuestro Padre Jesús y el Cristo de la Agonía. Así mismo, desfilaba la Centuria Romana, cuyo capitán era Luis Boné Rogel. Una Procesión General integrada por nueve pasos.

Desde aquel lejano 1943 hasta la fecha han transcurrido setenta y cinco años, dejando constancia de todo lo conseguido en imaginería y tronos que sirvieron para lograr su recompensa al ser declarada la Semana Santa de Orihuela como de Interés Turístico Internacional y que, indudablemente, ponía en valor el silencioso y esmerado trabajo desarrollado por numerosos oriolanos durante tanto tiempo transcurrido desde los primeros años de los cuarenta del siglo XX.