La semana pasada tuvimos, otra vez, el tema de la vuelta de la Dama en debate. La respuesta del Gobierno de Pedro Sánchez a una pregunta de un senador de Compromís, nos deja peor que estábamos. El Ministerio, en vez de contestar y aclarar la cuestión, sólo nos dice que la Dama forma parte de su colección estable, cosa sabida, y la legislación que regula el tema, que también es sabida, ya que está en vigor desde hace 30 años. A partir de ahí todo son interpretaciones. Para el interpelante es lógica la decepción, ya que con la llegada del PSOE al Gobierno parecía que podría desbloquearse una cesión que lleva demasiados años pendiente y, por otra, desde la Alcaldía se intenta justificar al Gobierno, ahora socialista, diciendo que siguen negociando y que «el regreso está más cerca».

Curiosamente, el mismo alcalde declaraba, el 8-11-17, tras una visita a Madrid, «que se había dado un paso adelante que situaba más cerca la cesión temporal de la Dama». Aunque, días después, el Ministerio anunciara que no tenía intención alguna de cesión. Y estamos así tras un montón de gestiones y de años de espera. Y lo que queda, me temo. Hasta se ha estado desmantelando parte del MAHE para crear un espacio museístico más íbero, aunque sea a costa del discurso histórico andalusí de Elx, mucho más presente que el ibérico en nuestra ciudad. Y todo en previsión de una llegada de la Dama, por unos meses, que ni siquiera es segura.

Mientras llevamos años con esta reivindicación no resuelta, una ciudad como Jaén, con gran pasado ibérico, inauguró hace nueves meses, un Museo Ibero, que ha costado más de 27 millones de euros, albergando más de 3.500 piezas en sus 11.152 metros cuadrados de espacio cultural disponible y que lleva camino de convertirse en el museo de referencia ibérica del Estado.

No se sabe qué pasará con el tema de la Dama pero, hasta hoy, no existe nada que confirme alguna posibilidad real de que venga y al Gobierno, sea del PP o del PSOE, no parece que le haga mucha gracia la cuestión. Por eso, sin dejar esa reivindicación, hay que intentar aprovechar cualquier oportunidad para mejorar el resto de nuestro patrimonio histórico y cultural cuando existan ayudas y subvenciones para ello. La Generalitat acaba de anunciar la concesión de unas ayudas, a 27 ayuntamientos de la provincia, por un importe de 8,2 millones de euros de fondos europeos FEDER. El propio Ximo Puig, al anunciarlas, ha declarado: « Han sido ayuntamientos valientes en defensa de su patrimonio». Elx no está en la relación. Téngase en cuenta que entre las ayudas aprobadas, a otros municipios, están, por ejemplo, las concedidas a Santa Pola: 125.875 euros para la puesta en valor del yacimiento del Portus Ilicitanus; a Concentaina, por 101.287 euros para la recuperación y puesta en valor del refugio antiaéreo del Palau Comtal; o la que se concede a Orihuela, de 332.971 euros, para la rehabilitación, puesta en valor y conservación integral (patrimonio histórico, etnológico e hidráulico tradicional) del Palmeral de San Antón. Son ayudas importantes y para unos temas muy amplios y por eso aún resulta más extraño que nuestro municipio no haya participado o no le haya sido aprobado ninguno, que no se sabe que es peor.

El aumento de las posibilidades de ayudas, desde la Generalitat o el Gobierno Central, máxime ahora con gobiernos más sensibles a las necesidades ciudadanas y, además, con mayores márgenes presupuestarios de actuación, unido a la cercanía de las próximas elecciones autonómicas y generales, y sin perder de vista la creciente importancia de fondos europeos hacia los entes locales, debería hacer que Ayuntamientos como el nuestro reforzaran, hasta donde la legislación de estabilidad presupuestaria lo permita, sus equipos técnicos para poder presentar solicitudes de financiación de proyectos necesarios al municipio así como tener la capacidad suficiente para poder desarrollarlos adecuadamente en caso de ser aprobados. La reciente experiencia con los fondos EDUSI, que hubo que esperar al segundo intento para conseguirlos, y que suponen una excepcional oportunidad de inversión contrasta con la lentitud en su desarrollo que, es de esperar, no ponga en peligro la ejecución de los mismos.

La vuelta de la Dama, por tanto, ha de seguir reivindicándose, pero sin dejar ningún otro proyecto o necesidad municipal de lado. Téngase en cuenta que si la Dama vuelve estará muy bien, pero lo será por muy poco tiempo y, en cambio, muchas otras reivindicaciones pendientes en nuestro municipio, si se resuelven, lo serán para siempre. Y, sobre todo, ha de hacerse con transparencia, esa de la que tanto se alardea y que, en determinados temas, siempre se echa a faltar. ¿Para cuando el debate público que sobre este tema se anunció para el primer trimestre de 2018?.