¿Qué te parece José?, esto si que es un golpe de Estado a los derechos laborales y necesidades de las personas trabajadoras. Pero de este golpe no habla ni «Ciudadanos Rivera» y menos el «PP Casado». Hablan de golpes a la Constitución, respecto a la situación en Cataluña, pero no hablan del asestado a los derechos de la ciudadanía, reconocidos en la Constitución, como al derecho al trabajo y a un salario digno, a una vivienda, a una pensión suficiente, a enseñanza pública de calidad y gratuita, a sanidad universal, a justicia gratuita o a la libertad de expresión, etc. Analizando el día a día en Elche y comarca sobre el mercado de trabajo y de dónde viene esta situación, llegamos a la conclusión de que esta crisis viene desde Aznar, el mentor de Casado, que abrió el mercado de la especulación urbanística, con el canto de sirena de «España va bien», y que se arrimó al tripartito en la foto de las Azores, mintiendo con las armas de destrucción masiva.

De aquella especulación, que incluía el encarecimiento de la vivienda, la crisis de trabajo y de valores, siguió alimentándose la corrupción, y creciendo el paro, con un aumento de la economía sumergida. Y si no que se lo pregunten a los sectores manufactureros: calzado, textil, marroquinería, confección, trabajo a domicilio, limpieza de escaleras, hostelería, etc. Un verdadero golpe de Estado a los derechos laborales y sociales.

Así nos encontramos hoy amigo José, subastando el trabajo, el salario, el valor hora, el destajo, el aparado, las condiciones de trabajo y el salario digno, reconocido en la Constitución y en los convenios fcon las organizaciones empresariales. Como ejemplo, el calzado que además tiene una valoración de puestos de trabajo con categorías y niveles profesionales, tiene explotadores haciendo competencia desleal a firmas honestas, pagando las horas de trabajo a 4 o 5 euros, cuando se esta trabajando a destajo, a productividad medida o por objetivos regulados en los convenios colectivos de los sectores.

Por eso amigo José, debemos de exigir el respeto a las normas y derechos reconocidos en todos los sectores de producción y servicios. Como dijo Carlos Lesmes, presidente del Supremo, «tenemos una ley para los roba gallinas». Evidentemente, la economía sumergida degrada al sector y humilla a los trabajadores, como si no existiera un convenio firmado por los legítimos representantes o no fueran perseguibles el abuso y las prácticas fraudulentas, sean del sector que sean. Mientras se está metiendo en la cárcel y confiscando la mercancía a los manteros, los que le venden el producto campan libres, pese a engañar al trabajador que produce, al mantero y al quien le compra, que son los mismos que le trabajan sin compromiso del contrato de buenas practicas ni de responsabilidad social.

Esto es así José como tú dices, es el día a día de Elche, comarca y país que se llama España. No se le ocurrirá a Lesmes pedir mas vigilancia para las gallinas, que no se las roben a la tía María o al tío Paco y más vigilancia para acabar con la economía sumergida, que humilla al que tiene necesidad de trabajar para vivir y de paso más medios para la Inspección de Trabajo y la policía autonómica.

Ésta es la opinión que compartimos tu y yo José y muchos/as más, porque como decía Francisco de Icaza «Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada» que malo es ser ciego a las consecuencias del trabajo en (B), economía sumergida y no poner coto a quienes pagan las horas a 3 o 4 euros, sin Seguridad Social y sin nada. Porque esos, José, merecen la tarjeta roja y la expulsión del sector por esa competencia desleal, así debería ser.