Síguenos en redes sociales:

Opinions des d'Elx

Joan Antoni Oltra Soler

Elecciones autonómicas adelantadas

El final, y después de deshojar varias margaritas, el presidente Ximo Puig ha decidido adelantar las elecciones autonómicas, inicialmente previstas para el 26 de mayo, al 28 de abril. Y ha querido revestir dicho acto de toda la solemnidad posible. Ha llegado a declarar: «Ahora votaremos como actores de primera fila de la política española. Queríamos ser una comunidad histórica y ya lo somos». Y todo por adelantar las elecciones 28 días. Si las adelanta un año, igual nos salimos del mapa.

Que el presidente Puig llevaba tiempo pensando, y diciendo, que sopesaba esta posibilidad no era una novedad. Se le notaban ganas de ser el primero en utilizar el recurso de convocar elecciones anticipadas que le permite el nuevo Estatuto de Autonomía. Tal vez pensara que era su manera de pasar a la historia. Porque lo que es a nuestra Comunidad la consideración de histórica o no, debe darla algo más que un adelanto de 28 días. Y, además, el País Valencià ya es, de hecho, una comunidad histórica se diga lo que se diga y se vote cuando se vote.

Lo que nuestra Comunidad necesita, realmente, es consolidar el cambio que se dio en 2015, dejando atrás esas prácticas de corrupción, despilfarro y desgobierno que caracterizaron buena parte de los 20 años del PP en el Consell. Se presentan unas elecciones muy reñidas. La sombra de Andalucía sobrevuela todo el proceso electoral que se avecina a todos los niveles.

Se ha dicho que el adelanto provocado por el PSOE se hace por interés partidista. ¡Pues claro que se hace por interés partidista! Estamos hablando de partidos, no de ONGs. Como harían todos los que lo critican. Aunque reconocer eso quedaría feo. Si se hace ahora es porque las encuestas dicen que el PSOE estatal, con Pedro Sánchez a la cabeza, puede tener unos resultados bastante mejores que tuvo en 2016 y, por el contrario, las derechas del PP y Ciudadanos podrían verse muy afectadas, a la baja, ante la división y competencia que les supone Vox. Es una apuesta arriesgada porque la credibilidad de los sondeos no es mucha últimamente, pero sí parece que es una tendencia que se va confirmando. El PSOE valenciano necesita «pegarse» a esa estela alcista que supone Pedro Sánchez que, cosas de la vida, ahora puede ser la tabla de salvación de un Ximo Puig que le combatió en su día. Sólo así, y contando con que Compromís se mantenga, se podrá evitar el peligro que supone la amenaza de desplome que, esas mismas encuestas, prevén hacia Podemos, al objeto de poder repetir un Pacte del Botànic II.

Este final de legislatura valenciana debe ser aprovechado para recordar todo lo que está pendiente con Elx y que podría haberse hecho y, en todo caso, debe ser una exigencia de cara al nuevo Consell: Al igual que hay que reconocer que se ha avanzado sustancialmente en legislación y en materia de igualdad y servicios sociales, aunque quede bastante trabajo por hacer para recuperar lo estropeado anteriormente, también es cierto que, a nivel de infraestructuras de todo tipo, Elx no ha visto que se invirtiera lo suficiente para acabar con la discriminación padecida.

En materia educativa es increíble el fracaso con el tema de nuevas construcciones, reparaciones y eliminación de barracones escolares. En Sanidad, el crecimiento poblacional no se ha acompañado de nuevos centros para atenderla: el segundo centro de salud de Altabix sigue sólo prometido, así como el de algunas partidas, o más medios para eliminar listas de espera y desigualdades sanitarias entre las zonas de gestión pública y privada del municipio. Tampoco ha habido noticias de ése segundo centro de atención a mayores, en el barrio del Plá, que descongestione el actual. Ni de concretar el traslado de la EDAR de Algorós.

De los 43 millones de euros con que Ximo Puig concretó la deuda histórica con Elx con motivo de la cesión de terrenos para la UMH, no hay más noticia que esa declaración. Incluso la compra del antiguo Correos, para un Centro de Diseño del Calzado, camina muy despacito. Igual que la inversión de un millón de euros para rehabilitar el Hort del Gat, cuya promesa se perdió por alguna «gatera» probablemente. Por no hablar de que el adelanto electoral finiquita la esperanza de que la nueva Ley del Palmeral, una vez corregida buena parte de su propuesta inicial, pudiera aprobarse en esta legislatura?

En definitiva, aunque en Elx han quedado demasiadas cosas pendientes, el cambio en la Generalitat se ha notado positivamente. La imagen de nuestra Comunidad ha mejorado. Ya no se le identifica con determinadas prácticas del pasado. Y eso es positivo y hay que conseguir que esa mejora prosiga y llegue a todos los niveles y a todas las poblaciones.

Pulsa para ver más contenido para ti