Hoy, día 13 de junio, he sido invitado por la dirección del Conservatorio Superior de Música «Óscar Esplá» de Alicante a impartir en el salón de actos de esta noble institución musical que dirige el profesor José Vicente Asensi, la Lección Magistral fin de curso con motivo de la clausura del año académico y entrega de orlas a los estudiantes de la promoción 2015-2019. Lección que versa en esta ocasión, sobre mis experiencias pretéritas vividas como alumno en el conservatorio, así como sus repercusiones posteriores en mi vida artística y profesional en el mundo de la Música. Es una grata experiencia, así como un orgullo y un privilegio el poder, después de tantos años, dirigirme a los alumnos y profesores de una comunidad e institución educativa que este presente curso académico ha cumplido 60 años de vida al servicio de la formación musical de nuestra sociedad alicantina al más alto nivel.

Experiencias vividas en esta apreciada institución que se remontan a las décadas de los años 70 y 80 del pasado siglo por un alumno que tuvo la gran suerte de tener en su formación una magnífica pléyade de profesores como: Rafael Casasempere, E nrique Escobar, María Padilla, José Peris Lacasa, Jaime Más Porcel, Vicente Perelló, Miguel Torres, Ildefonso San Cristóbal, Jesús Mula, Adolfo Gutiérrez Viejo y Gerardo Pérez Busquier, entre otros. Profesores que ejercían ante el alumnado, una labor docente de gran nivel con carisma, generosidad, educación, compromiso y liderazgo como bien comentaba, siendo alumno como yo, mi estimado amigo José Luis Santacreu, gran clarinetista y profesor de la Banda Sinfónica Municipal de Alicante. Cualidades, talante y actitudes olvidadas hoy en día por muchos docentes y que eran las herramientas y recursos más importantes que utilizaban con eficacia en la formación musical de todos sus alumnos. Además de motivarnos a estudiar y trabajar con tesón para abordar en lo posible y de la mejor forma, nuestro futuro más inmediato como profesionales de la música en cualquiera de sus salidas laborales tanto artísticas como docentes que demandaba por aquella época nuestra frágil pero ilusionada sociedad.

Profesores que ejercieron la docencia en una institución musical que nació hace 60 años como nos comenta la profesora Ana María Flori en su historia del CSMA: «como alegato a la gran tradición musical que existía en nuestra ciudad de Alicante y la necesidad de tener un lugar apropiado donde poder facilitar a su juventud el estudio de las diversas disciplinas musicales». Génesis que se convirtió en poco tiempo en todo un Conservatorio de referencia en el que en un principio no existían, como hoy en día, ni Máster ni Erasmus, pero que, en su esencia, el propio Conservatorio era para nosotros todo un Master y un Erasmus en el sentido más amplio de la palabra. Era el universo y epicentro de la cultura musical de la provincia de Alicante. Institución educativa en la que los músicos podíamos tener la oportunidad de conocernos unos a otros, además de compartir experiencias y vivencias enriquecedoras de todo tipo que, con el paso del tiempo y tras varias generaciones de alumnos y profesores, hicimos de nuestro Conservatorio Superior de Música «Óscar Esplá» de Alicante un emblemático centro superior de estudios musicales de reconocido prestigio nacional e internacional al cual, como epílogo de este artículo, le deseo con toda franqueza desde esta columna, otros prósperos y armoniosos 60 años más de buena música al servicio de nuestra sociedad alicantina.