Un test de estrés es la puesta al límite simulada de un sistema para ver su resistencia ante una crisis real. En ese sentido el coronavirus está siendo un test de estrés, solo que en vivo y en directo. China, una dictadura que combina centralismo y cierta descentralización, está mostrando inesperada capacidad de respuesta a situaciones límite.
Las sociedades democráticas son otra cosa, claro, y desde luego deben seguir siéndolo, pero habrán de afrontar el reto de una gobernanza efectiva en situación límite. Además de la salud de millones de personas, Europa se juega la capacidad de sus gobiernos a todos los niveles (europeo, nacional, regional, local) para marcar una estrategia, imponerla y lograr que funcione.
Es decir, la gobernanza democrática ante una emergencia. De paso se está poniendo a prueba la capacidad de los gobernantes a todos los niveles para hacer efectiva la gobernanza.
