Habrá otras. La humanidad siempre estuvo acompañada por pandemias, epidemias, catástrofes sanitarias. Basta recordar la Gripe de 1918 (su origen no fue en España). El VIH/Sida, hepatitis, particularmente la C, las «vacas locas», Ébola?, demostraron lo vulnerables que somos los humanos. No somos los propietarios del planeta, estamos de alquiler y nos podemos quedar en la calle, convertirnos en sin techo. Los sucesivos recortes en la sanidad pública en los últimos años han tenido dramáticas consecuencias y ahora? es tarde; los que promocionaron la privatización, la llamada externalización, favoreciendo la privada, ahora hacen responsable al actuar Gobierno de esta catástrofe. Los que dicen «nada de Estado», nada de impuestos, es de esperar que reflexionen. El otro día José Mujica decía en un programa de televisión: «Ahora que las papas queman todos se acuerdan del Estado».

Es de sentido común que sólo el Estado, financiado por los impuestos, es quien puede asumir desafíos como esta pandemia, apoyado en la sociedad, con su colaboración, pero el barco sólo puede ser conducido por el capitán, tiene los instrumentos adecuados. La Unidad Militar de Emergencia (la UME), iniciativa del presidente Zapatero, demuestra su eficacia y conviene recordar que esta iniciativa en su momento fue muy criticada.

¿Habrá otras? Habrá otras pandemias, el mundo de los virus tiene sus propias leyes y la depredación del planeta por los humanos, somos soberbios, omnipotentes, han debilitado las defensas. Es necesario prevenir. Así como los estados se preparan a tener sus arsenales actualizados, aunque no se vean amenazados, sería correcto prepararse adecuadamente. Tener «arsenales» preparados. ¿Algunos pueden caducar? Eso suele pasar con los armamentos. Costosos artefactos bélicos, que finalmente terminan como chatarra contaminante.

Finalmente y nunca es correcto hacer demagogia, aunque no hubiera habido tantos recortes, ante esta alarma, también estaríamos en una situación muy difícil.