El día uno de mayo es día de fiesta y de reivindicación, es día de alegría y de compromiso, de amistad y sobretodo de compañerismo. Es un día especial donde los compañeros de trabajo y los amigos se juntan, pero no se juntan para trabajar, sino para reivindicar su trabajo, para pedir mejores condiciones de trabajo, para hacer un mundo un poco más justo. La situación planetaria provocada por el COVID-19 no nos ha permitido ver nuestras calles llenas de manifestaciones reivindicativas, pero cada uno en su casa lo ha celebrado de la mejor forma posible. Este primero de Mayo ha sido diferente, pero la reivindicación ha estado más presente que nunca, el Coronavirus vuelve a poner contra las cuerdas a cientos de miles de trabajadores que han perdido su trabajo. El día de ayer fue reivindicativo con las personas que han estado en primera línea en la batalla, se ha demostrado que su trabajo es fundamental para la sociedad. La próxima vez que el personal sanitario salga a la calle a reivindicar y exigir mejores condiciones, todos tenemos que salir a su lado, puesto que nos han demostrado que son la primera línea de batalla, ante las enfermedades que pueden poner el mundo contra las cuerdas.
