Es impresionante el trabajo que ha realizado este científico y divulgador inglés en su documental: una vida en nuestro planeta. Lleno de vitalidad a sus 94 años, nos explica cómo ha cambiado la naturaleza, teniendo en cuenta los distintos lugares de nuestro planeta que ha recorrido a lo largo de su dilatada vida profesional. Me emociona ver una persona tan clara y apasionada con su trabajo, transmitiendo sus conocimientos, no solo viviendo honestamente de su trabajo, sino que además trata de acudir a los foros adecuados para explicar y defender el cambio que debemos realizar para seguir viviendo en este planeta.
El cambio climático lo estamos experimentando cada vez más, y está más próximo cada vez. En su documental puede apreciarse como con el deshielo las morsas se destrozan contra las piedras a falta de este. Demoledor. Parece que está muy lejos, pero David nos pone fechas bastante próximas, en las que, si no ponemos remedio, el ser humano se extinguirá. La naturaleza revivirá, pero sin nosotros, como en Chernóbil. Es muy preocupante.
La adolescente sueca, Greta Thunberg, llamo la atención sobre la inacción frente al cambio climático, manifestándose y siendo seguida por jóvenes de todo el mundo. Sin embargo, llama la atención como enseguida se la criticó y trato de banalizar su protesta, pese a que puso encima de la mesa el principal tema de preocupación: el cambio climático.
Son muchas las especies animales que ya se han extinguido. Y nosotros, como especie, corremos un serio peligro de desaparecer. No debemos permitirlo. No podemos seguir dejando pasar el tiempo hasta que suceda. Nuestros representantes políticos deben proponer las actuaciones y leyes necesarias para proteger el planeta. Debemos de poner en marcha las alternativas que aún pueden evitarlo. Debemos de hacer caso de una vez a lo que científicos tan experimentados como David Attenborough nos cuentan.
Es un buen momento, pese a la dificultad que atravesamos, el Covid19, pues la colaboración entre países y personas, es un hecho constatado. Nunca antes hubo tantos tratados, convenios, leyes, distribución de vacunas, entre países y personas, para ayudarse mutuamente. Hoy más que nunca debemos de poner el foco, en la unión y colaboración, para tratar de evitar nuestra extinción hoy por el virus, pero también para evitarla en un futuro próximo a consecuencia del cambio climático. Si trabajamos juntos en pro de la humanidad, debemos de proteger la biodiversidad de animales y plantas. Es nuestra obligación hacer un mundo más sostenible en el que puedan vivir las generaciones venideras.