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Alejandro Cánovas Lillo

Carolina, ¡te vas a divertir!

Cvirus.- Darias defiende su integridad al frente del Ministerio de Sanidad: "Yo no estoy en campaña electoral"

Hace unos meses, recién comenzado el estado de alarma, envié a INFORMACIÓN un artículo titulado, “Me quejo y tengo miedo”. En estos momentos está todavía de actualidad la tesis de aquel artículo, pues cada día se va confirmando la terrible gestión que el ejecutivo ha llevado a cabo y que todavía continua; y es terrible porque sus consecuencias en pérdida de vidas humanas, pérdida de empleo, cierre de comercios y hostelería y colapso de la actividad social, son evidentes y se ven a diario.

El día de la huida del ministro Illa, este felicitó a su sucesora diciéndole que iba a disfrutar en el ejercicio de su nuevo cargo. Esto es el colmo de la estupidez y de la ignorancia de lo que debe hacer un cargo público que, por definición, debe dedicar su tiempo a mejorar el estado de vida de sus conciudadanos que le han confiado la gestión, en este caso la protección de vidas y hacienda, ante el ataque de un virus que mata y arruina. Pero no; la ministra Darias ha venido a disfrutar.

Y no solamente ella, también la ministra de Trabajo y Economía Social disfruta cuando da los datos de Empleo diciendo que no son preocupantes, o la ministra Calviño, vicepresidenta segunda y de Asuntos Económicos, que opina que la caída del IPC no es preocupante y que España se va a recuperar. Y para colmo, la ministra de Educación, señora Celaá, está contenta disfruta un montón cuando asciende a compañero de Consejo de Ministros, el señor Iceta, ejemplo de formación y esfuerzo en los estudios, con un el único bagaje cultural y académico de afiliado al PSOE.

Y, por otra parte, echamos de menos ver disfrutar a los ministros de Transportes, señor Dávalos, de Industria y Comercio, señora Maroto, o de Ciencia y Tecnología, señor Duque que no se han preocupado de cuidar la llegada de contagiados por los aeropuertos y fronteras, de preparar la industria para el reto que se nos venía encima, y de animar y dotar de medios a los científicos que son los que pueden hacer frente de una manera contundente al virus. Fue patético escuchar hace unos días al presidente del Gobierno decir que estamos a expensas de que la vacuna nos inmunice. ¿En qué han quedado aquellos interminables “Aló, presidente”, en los que todo eran palabras huecas y repetitivas, hasta terminar animando a la población a disfrutar del verano porque ya se había vencido al virus?

Esos meses debieron dedicarse a instruir a todos los españoles en la forma de hacer frente a un peligro desconocido, y a promulgar leyes que ayudaran a la población a defenderse al cumplir con normativas sensatas y bien pensadas y orientadas al bien común, protegiendo a la vez la salud, la economía y las relaciones sociales. Pero el ego no ha dejado al gobierno, con su presidente a la cabeza, asesorarse y oír con humildad a quienes son expertos en epidemias haciendo caso de sus recomendaciones. En vez de hacerse propaganda, el gobierno debió velar por el trabajo de los sanitarios dándoles medios para ser lo más eficaces posible, y para no ser víctimas de su dedicación sin una protección adecuada.

Pero no. El gobierno desapareció tras lavarse las manos y levantar el Estado de Alarma, diciendo que había que aplicar la “cogobernanza”, y se fue de vacaciones esperando a ver si escampaba. Mientras los españoles hacían frente a una segunda ola y, ahora a una tercera ola de ataque del virus, el Parlamento se cerró por descanso y porque no había nada que legislar salvo que el señor presidente estaba escudado en un nuevo estado de alarma hasta marzo. Ahora descubrimos que todo se ha hecho para que los ministros puedan disfrutar en sus respectivas áreas sin tener que esforzarse en preparar una legislación encaminada a mejorar el bienestar y la salud de los españoles y a protegerles de una pandemia que está haciendo estragos.

¿Qué haríamos si los científicos que han logrado la vacuna, los enfermeros que la van a administrar, los médicos que se esfuerzan hasta la extenuación, los comerciantes que nos facilitan utensilios, ropa y alimentos de primera necesidad, estuvieran de vacaciones o estuvieran disfrutando en sus respectivos puestos de responsabilidad? Todos ellos son los que van a lograr que España se recupere, y no estos políticos del tres al cuarto que nos gobiernan que intentan todos los días justificarse y justificar lo que no hacen con un vano esfuerzo de propaganda. Debe ser que es la mar de divertido ser ministro, si no fuera obvio y patente que su actuación es patética, y reprobable. Sigo teniendo miedo como hace casi un año, y por eso tengo que quejarme públicamente porque no disfruto con la situación.

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