Son muchas las noticias en las últimas semanas que parecen indicar una apuesta por la mejora de la Formación Profesional. Conselleria anuncia la creación de dos centros integrados de FP en San Juan y Guardamar, y llegan nuevas demandas desde otros municipios de la provincia.
Tras 29 años como profesor de FP en tres familias profesionales de institutos de Elche, San Vicente y Alicante, más de 20 años como tutor de FCT e impulsor de FP Dual y una amplia participación en jornadas, grupos de trabajo, cursos y proyectos también de ámbito europeo.
Junto a una activa militancia en CCOO en defensa de una FP pública, además de amplia experiencia laboral anterior y recogiendo el sentir mayoritario de muchas compañeras y compañeros en todos estos años podemos afirmar lo siguiente:
Creemos imprescindible y urgente planificar la oferta de FP de acuerdo a las posibilidades y necesidades reales y al uso racional de los recursos, a través de un Mapa de la FP que implique a todas las comarcas y localidades de más 10.000 habitantes potenciando las prácticas reales y extendiendo la oferta de FP Dual, empezando por los ayuntamientos y las consellerias.
Los centros de FP deben tener una dotación adecuada para poder ofertar una formación teórica y sobre todo práctica de calidad, lo que no es lo habitual y los enseñantes e institutos tienen que «buscarse la vida» casi siempre. Solo señalaré mi última experiencia en el Ciclo de Técnico Superior en Energías Renovables en el IES Gran Vía implantado gracias al esfuerzo y constancia de algunos profesores, pero sin ninguna dotación inicial y los espacios ya se han quedado insuficientes tras el gran éxito de matrícula.
Somos conscientes de los altos costes que tienen muchas instalaciones y equipos por lo que creemos que los centros de FP deben especializarse y tener pocas familias profesionales afines para poder utilizar de forma óptima sus recursos y espacios. Creemos que se deben evitar duplicidades en localidades vecinas y planificar las ofertas de FP de acuerdo con las instalaciones existentes en su entorno más próximo para poder desarrollar y compartir parte de las prácticas en modelo DUAL.
Las últimas noticias sobre nuevos centros integrados en la provincia de Alicante suenan bien, pero parecen fruto de la improvisación. Y basta señalar que los centros públicos consolidados y con mayor número de alumnos tienen hoy espacios y medios muy insuficientes que requieren de fuertes inversiones. ¿Qué criterios determinan la construcción de los nuevos centros integrados? ¿No sería más racional reforzar primero lo que tenemos? ¿Cómo se ha decidido la oferta educativa para cada uno de ellos?
Ofertar la formación de técnicos ferroviarios en Alicante, es muy necesario como nos lo señalaba, con ocasión de una visita, el ingeniero jefe de los talleres del Tram de Campello. ¿Pero no sería más lógico hacerlo al lado de dichas cocheras y aprovechar las magníficas instalaciones públicas también propiedad de la Generalitat valenciana para formar ínsito a los nuevos profesionales gracias a un convenio de FP DUAL?
Resulta sorprendente que al poco de implantar la Familia de energía y agua en el IES Gran Vía se proponga esa misma familia a cinco kilómetros de distancia y se incluya el mismo ciclo formativo que sufre en Benidorm para tener matrícula. Lo mismo podríamos decir de otros ciclos formativos anunciados que ya cuentan con una amplia oferta en la comarca y probablemente tendrán dificultades de matrícula.
Por el contrario, otras medidas menos costosas recogidas por muchos informes de calidad de la enseñanza nos parecen prioritarias:
La más importante garantizar la formación y calidad de los docentes. Impartir una FP muy especializada es una tarea compleja que requiere formadores preparados y motivados. Sin embargo, una parte importante del profesorado de FP empieza a formarse «como puede» desde el momento que es contratado por primera vez por conselleria. En la gran mayoría de los casos la formación universitaria, sin apenas formación práctica, requerida para acceder a los puestos de profesor de FP no tiene nada que ver con los módulos de la FP.
Es evidente que si queremos mejorar el nivel de la FP hay que garantizar la estabilidad y mejorar mucho la formación práctica de los docentes que, para poder trabajar, deben dedicar tiempo y dinero en superar el máster de secundaria, el C1 de Valenciano y próximamente el B2 de inglés, pero ninguna formación específica para mejorar las habilidades profesionales a impartir en FP.
Una posible solución, ya señalada hace muchos años podría ser una formación equivalente a «los MIR» en FP que ofrezca a las promociones universitarias recién tituladas especializarse varios años antes de optar a una plaza definitiva o tener una experiencia laboral equivalente.
Es necesario actualizar los contenidos, reforzando la formación práctica, de los currículos de los ciclos, al entorno socioeconómico, a la evolución técnica y legislativa. Vuelvo a poner el ejemplo del «reciente» ciclo de técnico superior en energías renovables, donde la gran eólica inexistente en nuestra provincia, sin posibilidades de realizar prácticas, ni profesorado especializado ocupa el doble de horas que la solar fotovoltaicas cuando debería ser como mínimo, al contrario.
Es imprescindible dignificar y poner en valor la FP cuyas cualificaciones deben ser convertidas en carnés profesionales aptos para desarrollar actividades de forma autónoma. ¿Cómo es posible que un alumno del ciclo superior de renovables tras superar una formación específica muy completa no puede certificar las instalaciones que realice, mientras que otras formaciones menos especializadas lo pueden hacer?
Los sistemas de acceso a los ciclos deben garantizar los conocimientos previos que hoy en día no se exigen lo que retrasa el ritmo e impide que se puedan dar una gran parte de los contenidos e impide adquirir los objetivos marcados.
Los accidentes de trabajo son una lacra y la formación en seguridad debe ser prioritaria, debe abordarse de forma integral en todos los módulos los centros de FP deben convertirse en referentes con formadores y medios homologados que permitan certificar todas las formaciones de seguridad relacionadas con los ciclos que se imparten y se debe auditar que todas sus instalaciones y equipos cumplen la normativa de seguridad.
Por último, proponemos integrar los presupuestos de la formación para el empleo (en la que también tenemos amplia experiencia) y la reglada en los mismos centros integrados para aprovechar los recursos al máximo. Es incomprensible que la dotación de los centros de FP reglada sea insuficiente cuando se imparten todas las cualificaciones profesionales, mientras que centros SERVEF (Labora) con mayor dotación pública por alumno están infrautilizados o privatizados.