Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El contingente de migrantes que entró en Ceuta a nado se reduce en un goteo de retornos voluntarios a Marruecos.

El PP va con Marruecos

La invasión de Ceuta es la prologación de la guerra por otros métodos. Quienes también desde España cacarean como inevitable un conflicto bélico entre China y Estados Unidos por la supremacía mundial, deben encontrar razones todavía más contundentes para presagiar un enfrentamiento también ineluctable entre Madrid y Rabat, aunque solo sea por el abismo de uno a diez entre la riqueza de ambos países. Una vez definidos los bandos y el primer conato desarmado de la colisión, habrá que tomar partido. Y aquí empiezan las sorpresas.

Pedro Sánchez se encuentra en su salsa ante los desafíos de elevado rango. Su gira por Ceuta y Melilla no solo lo singulariza frente a sus predecesores en La Moncloa, sino que también lo erigió en el bastión más enérgico ante la solapada declaración de guerra de Marruecos. El patriotismo constitucional del presidente socialista, rematado por la devolución sin contemplaciones beatas de un máximo de despistados invasores, complicaba la reacción de una derecha que se hubiera apresurado a reprochar la inhibición del Gobierno «socialcomunista» en suelo africano.

Ante este dilema, Pablo Casado ha optado por la alineación más gallarda. Si Sánchez va con España, el PP irá por obligación con Marruecos. Se ha alineado con lo que sus escritores de cabecera llaman «el moro», con la misma deslealtad con la que denuncia a su propio país por escasamente democrático ante las instancias europeas. Con la nada minúscula diferencia de que Rabat no es Bruselas. En los grandes conflictos que ensangrentaron el siglo XX hubo pacifistas y abstencionistas, más destacados en la Primera Guerra Mundial que en la Segunda. Pese a estos precedentes, sorprende contemplar al que sigue siendo el principal partido conservador en algunas comunidades autónomas, apostando por un enemigo de su Patria tantas veces invocada. Para echar a Sánchez, se pacta con Satanás si es menester.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.