Sin duda, la denominada Ordenanza de la Vergüenza que aprobaron la semana pasada PP y VOX, con el asentimiento mudo y cobarde de Ciudadanos, nos debe poner en alerta sobre lo que pretende la derecha y sus aliados ultras para el futuro de nuestra ciudad.
Un futuro donde los recortes sociales y la insensibilidad hacia la vulnerabilidad vuelven a formar parte de la agenda política y se constata que la derecha únicamente piensa en sus posibles votantes a la hora de gobernar y no tiene ningún rubor en asumir los valores y los discursos que la ultraderecha plantea aquí y en toda Europa.
Las alarmas rojas deben saltar cuando vemos la creciente influencia de la ultraderecha negacionista en la política alicantina. Y eso nos debe preocupar. La derecha no solo no establece distancia democrática con aquellos que pretenden desmantelar lo público, niegan la amenaza de la crisis climática, el carácter estructural de las desigualdades y la violencia de género, o criminalizan la inmigración… sino que le han puesto una alfombra roja, o azul, o verde… y, sin complejos, que diría el siempre dicharachero de Mazón. El pacto PP-VOX ya lo tenemos en las puertas de la ciudad.
Ante esto debemos reaccionar, debemos actuar. Por eso desde Compromís vamos a seguir emplazando a la construcción de una mayoría política y social progresista amplía y con capacidad de ganar las próximas elecciones y consolidar un tercer Botànic en la Generalitat Valenciana. Apelamos al PSOE y UP a dialogar, sumar y pactar un Botànic alacantí. A gobernar juntos para no seguir dando la espalda a los retos de la Agenda 2030 y encarar la transformación de ciudad sobre 3 ejes, y desde la base de la modernización y eficiencia de la administración local como lanzadera de progreso de la ciudad:
-. #AlacantInclusiva: Luchar contra las desigualdades sociales y equilibrar la dualidad urbana de Alacant
-. #AlacantVerda: Agenda de la transición ecológica para amortiguar la huella de la emergencia climática
-. #AlacantInnova: Incorporar la innovación de forma transversal como herramienta de diversificación del modelo económico y mejora del empleo y los servicios públicos.
Pero necesitamos más. Sumar mucho más. Necesitamos una mayoría social para dejar de perder oportunidades y transformar la ciudad. Y para eso debemos explicar a la ciudadanía alicantina que no podemos dejar la ciudad en manos de una derecha que solo gobierna para los suyos, olvidando a la mayoría, que nunca cumple su palabra, que huye en tiempos de crisis de los pactos y las mayorías amplias y transversales y busca la confrontación institucional y el bloqueo permanente, que desatiende los retos claves del futuro y que plantea frente a problemas complejos como es la exclusión social multas en lugar de soluciones, y demagogia en lugar de planes de inclusión.
Vamos a seguir trabajando porque la infame ordenanza cruel, inútil y chapuza no se apruebe finalmente, e instamos a todas las entidades que trabajan en el tercer sector a realizar alegaciones y ejercer toda la presión para que Barcala escuche y rectifique. Pero si no es así, esta Ordenanza tiene fecha de caducidad. En 2023 su derogación será de las primeras medidas a tomar por el gobierno plural y progresista del que formará parte Compromís, antes de iniciar un proceso de diálogo en el marco del Plan de Inclusión Social, para establecer una verdadera Ordenanza de Convivencia que no revictimice a las personas más vulnerables de nuestra sociedad.
No dejemos que una ciudad como Alacant, que ha forjado su identidad desde la defensa de los valores de la libertad y el acogimiento de la diferencia y la diversidad, vea como valores más oscuros y alejados de la defensa de los derechos humanos se adueñan del gobierno municipal. Hablemos, dialoguemos, sumemos, pactemos para formar mayorías de progreso que, situando de ejemplo las políticas del Botànic, puedan desarrollarse para transformar Alacant desde una mirada hacia la igualdad, la sostenibilidad y la calidad de vida de las alicantinas y alicantinos. Una mirada capaz de tejer alianzas internas y territoriales para generar un modelo de ciudad que aporte mayor seguridad frente aun presente lleno de incertidumbres, más resiliente, equilibrado e igualitario y entroncado a dar respuestas a los retos que tanto la pandemia, la crisis climática y la transformación digital ha puesto frente a nuestras vidas.
