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Antonio Sempere

El teleadicto

Antonio Sempere

Manuel Campo Vidal

Imagen de archivo ShutterStock

anuel Campo Vidal no ha esperado a que nadie viniera a hacerle su documental hagiográfico. Se lo ha preparado él mismo. Con guion y realización de su hermano Luis Campo Vidal, Manuel Campo Vidal: pasión por la comunicación, que desde este fin de semana se puede ver en Filmin, desgrana la trayectoria profesional de uno de los periodistas más influyentes de nuestro país en los últimos 50 años.

Emulando el formato de Imprescindibles, en apenas 51 minutos que pasan volando, llama la atención el contraste entre los inicios del biografiado, muy comprometido con la lucha obrera de Cornellá, e incluso su estrecha relación con quien fue su tutor durante su estancia como becado en París, Manuel Castells, con lo que la vida deparó a Campo Vidal desde que como consecuencia del cierre del diario Tele-Express, donde ejercía de subdirector, se trasladó a Madrid en busca de trabajo.

Su entrada en TVE fue sólo el inicio de una constante en su trayectoria posterior: la cercanía en los círculos de poder. Rechazó figurar en listas políticas que le ofrecieron tanto Adolfo Suárez como Txiqui Benegas, por no renunciar a seguir ejerciendo su pasión por el periodismo. Lo que no quiere decir que no le hiciera tilín la erótica del poder. Tanto desde sus cargos directivos en la cúpula de Antena 3 como liderando la presidencia de la Academia de Televisión pudo consumar uno de sus sueños: ser el moderador de los cara a cara electorales televisivos de nuestra democracia.

En el documental hablan de él compañeros como Lalo Azcona, Olga Viza o Mercedes Milá (afirmando que Queremos saber fue su mejor programa de televisión, justo el único que llevó a cabo en Antena 3 bajo el mandato de Manuel Campo Vidal; ay las lisonjas).

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