Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Luis Segovia

Pido la palabra

Luis Segovia

La bajada de impuestos

Han querido meter mano al antiguo rey Juan Carlos por no pagar impuestos, pero ¿alguna vez en la historia de España los reyes han pagado impuestos? Nunca la Corona, la Iglesia y la nobleza han pagado impuestos directos. A la iglesia había que pagarle los diezmos y primicias, y actualmente está exenta de impuestos en virtud del concordato celebrado entre el Vaticano y el franquismo, en cuanto a la nobleza, desaparecida como clase especial, hay que referirse a la “nobleza” económica y financiera que con sus malabarismos financieros y con sus paraísos fiscales, suele eludir el pago de los impuestos.

Hay una opinión extendida de que se pagan demasiado impuestos. Una ley universal, sin excepción alguna, establece que en los países no democráticos o subdesarrollados no se suele pagar impuestos directos, y en cambio en países democráticos y desarrollados los impuestos son elevados para establecer un estado de bienestar, pues son imprescindibles para pagar obras y servicios públicos como educación, sanidad y asistencia social.

Los romanos obligaban a pagar impuestos a los habitantes de países colonizados, pero estaban exentos los propios ciudadanos romanos. Se concedía la ciudadanía romana a aquellas poblaciones que eran muy afectas a Roma y este establecimiento de ciudadanía romana se fue extendiendo cada vez más, hasta que el emperador Caracalla, dictó un edicto declarando romanos a todos los habitantes de su imperio. -César, César, le dijo su consejero Suplicio, hemos metido la pata, ya nadie paga impuestos y esto será la caída del imperio romano.

Los impuestos son como las cuotas que paga una comunidad de vecinos, ya que es la contribución a los gastos de las obras y de los servicios públicos, y por ello la ciudadanía debería estar interesada en conocer lo que paga cada cual para contribuir al estado del bienestar. Así lo entendió el primer gobierno socialista de Felipe González estableciendo que la declaración de la renta o mejor, la liquidación del impuesto, era de carácter público, esta obligación de la exhibición de la lista de los primeros contribuyentes fue un escándalo porque sólo funcionarios y aquellos que tenían nóminas o sueldos regulados, eran los mayores contribuyentes. En cambio, grandes industriales, comerciantes y autónomos apenas pagaban impuestos. Así en la provincia de Soria, el mayor contribuyente era el presidente de la Audiencia Provincial, que no dejaba de tener un sueldo muy discreto. Por ello y argumentando que el conocimiento de estos contribuyentes podía servir para que la ETA intentara secuestrarlos, se prohibió su publicación. Actualmente se considera que es de carácter privado e incluso íntimo y que su revelación podría constituir un delito, es como si conocer al vecino que no paga la cuota de la comunidad fuera un delito porque va contra su intimidad. Así, una política de extrema derecha, Rosa Diez, ha dicho que del descubrimiento de los ingresos por una comisión de la renta del hermano de la presidenta Ayuso, el culpable de la persecución a la presidenta madrileña viene del Ministerio de Hacienda por revelación de secretos.

La derecha con su ideología neoliberal, siempre ha sido partidaria de rebajar los impuestos ya que se basa en un principio de la libre competencia y el desarrollo individual, no interesándole tanto la nivelación de las clases sociales, ni le preocupa excesivamente la asistencia social. De ahí su lema del mejor dinero del contribuyente es el que se encuentre en su bolsillo. Pero en el bolsillo del contribuyente, a través de los impuestos están: el médico de guardia, una ambulancia, el ambulatorio, los hospitales, los maestros y catedráticos, el colegio público, el instituto, la universidad, los juzgados, las cárceles, la policía, los militares, los cuarteles, las autopistas, las carreteras, las calles, las aceras, el alumbrado público, los puertos y aeropuertos, y todos los servicios de la administración pública. Todo eso está en el bolsillo del contribuyente, alguno de estos servicios se los pueden pagar los ricos, pero otros ciudadanos necesitan esos servicios gratuitos, y otros servicios y obras públicas se precisa que se hagan por la colectividad, a través de los impuestos y las tasas.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats