Opinión

El peregrino enigmático

El presidente del PP,  Alberto Núñez Feijóo.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. / Joaquin Corchero - Europa Press

En uno de los sondeos tras ser elegido Feijóo timonel de la embarcación, pero antes del concilio y de que eche a andar su destacamento, el pepé ha recuperado gran parte del caudal perdido por la entrañable porfía que dejó a sus seguidores sumidos en el pasmo, sin saber hacia dónde mirar salvo más a la derecha, porque Ciudadanos ni está ni se le espera como a Rivera en el bufete. Todo esto lo ha conseguido el sesentón aspirante a lo máximo antes de decir ni mu. Así, cualquiera.

En el tiempo que va desde el «teodorazo» contra el MAR hasta este lunes un grupo de investigadores ha analizado 1,3 millones de tuits para dar con el sentimiento provocado por el Ayuso & Casado post revolica. Hay que tener ganas. Cierta fauna es capaz de convertir a sesudos pavos en genuinos frikis. Bien, pues la conclusión es que el 90 por ciento de los mensajes fueron adversos hasta un día en que los relacionados con ella se tornaron positivos sin poder los especialistas explicar el por qué. Claro, como curran en la uni de Cardiff igual no saben de Miguel Ángel Rodríguez y tampoco hay demonio informático alguno tope sofisticado capaz de detectarlo. Un comentario de fan dice: «Eres muy grande y te invito Isabel a que fiches por Vox». Como se le ocurra, veo de refugiado a Abascal en Génova, 13.

Ahora bien, en el estatus actual, hasta dónde pretende el peregrino tenerlo de cerca. «Chi lo sa». Lo más relevante sobre los designios de esta nueva edición mariana es el enigma que representa. Bien es verdad que en primera fila le hizo la cobra a la chulapa madrileña, sabedor del terreno que pisa puesto que, millennials, no es que sea. Lo que ha propagado es su adicción al sistema de dos escuadras hegemónicas: «No creo en las modas, solo en lo que permanece después». Dado que su pareja -no Moreno Bonilla- fue impulsora y gran estandarte de Zara Home, ofú, no sé. A ver si por ahí vamos a tener ya guasa.

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