Rapa, título extraído del fotogénico ritual de la Rapa das Bestas que tiene lugar en tierras gallegas, da nombre a una de las series emblemáticas de este 2022 que este fin de semana desembarca en Movistar. Teniendo en cuenta que el autor del exitazo Hierro, Pepe Coira, es gallego, y uno de los responsables de ficción de la plataforma de pago, Fran Araújo, vigués, estaba claro que no iba a pasar mucho tiempo sin que tuviésemos una serie en el canal de pago ambientada en tierras gallegas.
La trama, y en esto no es nada original, parte del hallazgo de un cadáver por parte de un maestro del pueblo donde se desarrollan los hechos, que interpreta Javier Cámara. El principal testigo se las tendrá que ver con la responsable de la Guardia Civil del lugar, una Mónica López magnífica e infrautilizada en nuestras ficciones.
Lo mejor que puedo decir de mi visionado particular de Rapa, que tuvo lugar en la sala grande de las cuatro que componen el complejo de los Albéniz de Málaga (que pronto serán seis; atención, todos gestionados municipalmente), es que su calidad fue superior al de muchas de las películas vistas en el Festival de Cine del pasado mes de marzo. Artísticamente hablando, y sin necesidad de inventar nada, una serie como Rapa está por encima, por ejemplo, de todos los títulos que se pudieron ver en la Sección Oficial fuera de concurso. No es baladí la reflexión. A tal grado de mínimos técnicos y artísticos han llegado algunos productos destinados a la televisión. Rapa puede pasar por otra serie más. La paradoja es que vista en un cine tras una película española «de verdad» la supere con creces en empaque y diseño de producción.
