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Imagen de un bosque.Pixabay

Lección de política para sobrevivir

En la parte más alta de la serranía, una larga cuerda que corre de Norte a Sur batida por los vientos dominantes, sorprende tanto la enorme variedad de especies arbóreas que conviven (hayas, avellanos, tejos, acebos, espineras, serbales, mostajos, entre otras) como las formas retorcidas que a veces adoptan para sobrevivir a la inclemencia. Otro secreto para lograrlo consiste en darse apoyo mutuo adosando y enredando los troncos hasta llegar a parecer un solo árbol con las ramas mezcladas y las hojas viviendo ya en comunidad. Lo hacen desde luego árboles de porte parecido, como espineras, avellanos y acebos, pero estos también con los imponentes tejos, alguno de los cuáles tal vez estaría allí cuando la invasión napoleónica. En algún caso un acebo se ha enraizado, como un huésped, en el tronco del anfitrión, sin que nada denote incomodidad en estos raros pactos.

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