Llegados a este punto del verano, las televisiones se han quedado sin programación. Rellenando la parrilla como pueden, si es posible, a coste cero. A base de cine de saldo o programas de baratillo. Menos mal que la televisión pública, que no se libra de este pecado, cuenta con el recurso de ofrecer una serie de eventos en exclusiva que la redimen.
Y gracias a ellos sobrevivimos. Cuando no de los sobresaltos con que nos golpea la información en directo. Por de pronto, en ninguna cadena encontrarán hasta el jueves el nervio y la tensión que se va a vivir en el Debate sobre el Estado de la Nación, que no se celebraba desde 2015.
Por otro lado, TVE ofreció el sábado por primera vez la marcha del Orgullo celebrada en Madrid. María del Monte no se podía creer que La 1 hubiese tardado tanto en darla. Esta semana se cumple el primer aniversario de la toma de posesión de la Corporación presidida por Pérez Tornero. Aunque sólo sea por esta decisión, felicitémosla. En Telemadrid, bajo la presidencia de Esperanza Aguirre, esta marcha se ofreció en directo desde hace no menos de diez años.
Más eventos. TVE emite los encierros sanfermineros desplazando a Pamplona un equipo de más de cien trabajadores. Sobre esta transmisión, que se inició en 1982 con unos medios bastante más precarios, habría mucho que matizar. Fiel a su cita, también emite hasta el día 24 las etapas del Tour de Francia.
El domingo vimos desde Ermua el acto de homenaje por el 25 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco. Una ceremonia donde fueron más importantes las palabras que se omitieron que las que se pronunciaron. La televisión estival sigue viva por sus directos.
