Desnudando a Eros
PARQUE ARQUEOLÓGICO DE LA ALCUDIA
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De José María del Castillo
Compañía: Coribante Producciones
Noche de clausura del Festival de Teatro Clásico de L’Alcúdia, que empezó por iniciativa de la UA en 2013, y un merecido homenaje a la técnica del Servicio de Cultura, Carmen Giner, que se acaba de jubilar. Así, el bloque profesional lo cerró la compañía sevillana Coribante con «Desnudando a Eros». No es la Mostra Visible Alacant, que se celebra en mayo en el Arniches, pero el trabajo multidisciplinar encaja en esa onda por defender la diversidad sexual, de identidad y género.
El dios Eros simboliza la atracción, el amor que en todas sus expresiones mueve el mundo. Texto de José María del Castillo, director junto a Antonio Rincón-Cano, y Benjamín Leiva pone la coreografía para un versátil conjunto donde intervienen él, Del Castillo, Héctor Garijo, Guillermo de los Santos y Alejandro Molina. Muy entregados a la causa, exhiben los cambiantes papeles con formas vocales y físicas y efectos que quieren sorprender.
Penélope es el mito de la mujer que espera. El enloquecido amor de Helena de Troya. La despechada Medea o la pasional Fedra. Hay talante populista y grandilocuencia discursiva. El sentimiento amoroso «aparece cuando aquel que mira lo hace más allá de los ojos del otro». Los modos narrativos se unen a los braceos, giros y zapateados de la pasión flamenca. Y varios estilos musicales con algunas canciones.
Romeo y Julieta, el celoso Otelo o Carmen, el símbolo romántico de la mujer fatal. En la tosca parodia psicoterapéutica están la enamorada Adela (hija de Bernarda Alba), la locura de Ofelia, que ama a Hamlet, o el lunático don Quijote, que evoca a su Dulcinea.
Los querubines interactúan con el numeroso público en un montaje con mucha duración que no aporta a lo esencial. La música y los arreglos son de Alejandro Cruz, y el diseño de luces es de Miguel Guirao. Hombre y mujer. Dos en uno. Faldas pantalón y torsos al aire. Almas que se van a reencarnar. Seres humanos. Afirma la voz de la madre (Natalia Millán): «Ama a quien quieras con libertad».
