No es una buena noticia que la Conselleria de Transición Ecológica esté tramitando la creación o ampliación de cuatro nuevos vertederos de residuos en la provincia. Aunque sabíamos que algunos de los actuales ya estaban desde hace tiempo al límite, ese anuncio quiere decir que el volumen de residuos que acaba en esos vertederos sigue muy por encima de los niveles que en su momento se marcaron como objetivo. Tenemos que deducirlo porque es sorprendente la falta de datos en este asunto. Las últimas cifras oficiales de toda la Comunidad son de hace tres años. Entonces la mitad de los residuos acababan sin tratar en los vertederos. Una barbaridad.

No es solo cosa de las Administraciones. La conciencia ciudadana en este tema sigue estando bajo mínimos. En unos casos porque pedimos demasiado: es imposible que alguien recorra kilómetros para poder depositar los residuos en el contenedor adecuado. El plan de recogida “puerta a puerta” que se anunció en 2019 para los municipios de menos de 50.000 habitantes no ha conseguido generalizarse, con lo que sin contenedores poca separación puede pedirse. Y en otros, normalmente en los núcleos urbanos más grandes, porque pese a tener contenedores de todos los colores en la misma puerta de casa, luego se echa todo en la misma bolsa de basura. Aunque el dato debe haber cambiado necesariamente entre 2019 y la actualidad, entonces solo uno de cada cinco habitantes de provincia separaba sus residuos, se avanza con lentitud porque hay una flagrante falta de interés para convencer primero y obligar después a cambiar hábitos. El plan autonómico de residuos se tramitó vía decreto. Al no ser una ley, no hay sanciones posibles. Tu ayuntamiento te puede poner una multa, no pequeña por cierto, por sacar la basura fuera de la hora marcada, pero no te pasará nada si haces algo igual de grave: no separar tu basura para que vaya al sitio que debe ir. Ojo que esto ha cambiado con una ley nacional que establece la separación como obligatoria y sí prevé sanciones a los ayuntamientos que no cumplan. Es de junio y veremos cómo funciona.

Si no hay conciencia ciudadana deberá haber pedagogía y, finalmente, sanciones. No valen “argumentos” justificativos del incivismo de no separar los residuos fruto de casos puntuales que se generalizan como auténticas “leyendas urbanas”. Pues no: hasta los ecologistas admiten que lo que tú separes no se va a juntar después en un mismo camión de recogida y va acabar reciclándose en el sitio correcto.

 Y una cosa más:

La capacidad de arrastre de José Tomás no tiene nada que envidiar a algunas estrellas musicales internacionales. A los datos me remito: más de la mitad de las 11.000 personas que presenciarán la corrida de toros que protagonizará el diestro de Galapagar el próximo día 7 de agosto en el coso alicantino proceden de 44 provincias españolas y de una decena de países, entre los que están sitios tan poco “taurinos” como Reino Unido, Alemania, Estados Unidos o Suiza. Aprovechando el acontecimiento, se han creado una serie de actividades relacionadas con esta corrida estelar bajo el nombre de Tendido Único, en la que colaboran el Ayuntamiento de Alicante y la Diputación. Entre las iniciativas previstas destaca una experiencia gastronómica en torno a la carne del toro de lidia que protagonizará el chef Mario Sandoval en el ADDA para doscientas personas.

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