Bailar provoca racismo en el mundo del deporte y no es la primera vez. A Vinicius jr., Rodrigo y a otros les gritan monos por hacerlo y no se trata sólo de cuatro racistas. Es bastante común que se diga que los españoles no son racistas pero lo que sucede en los campos de fútbol lo desmiente. El Congreso de los Diputados, por unanimidad, se pronunció condenando estos acontecimientos, tan despreciables. En el fútbol parece que rigen otros valores, gritar con entusiasmo "monos" gusta, gusta mucho. Da igual que los insultados sean ciudadanos españoles y deportistas muy valorados. ¿Monos?, de allí venimos, pero hay personas que no han evolucionado. Aquellos parientes lejanos eran muy agresivos, cada grupo defendía ferozmente su territorio y eso de alguna manera está presente, el rechazo al diferente si es negro resulta extremadamente sospechoso, es como si provocara algo de envidia: juegan tan bien, ganan tanto dinero, son tan guapos y se dice que tienen penes más grandes que los blancos, bueno, siempre hay excepciones, es que según algunas teorías, fueron los primeros en habitar la tierra, después surgieron los blancos, después los asiáticos y parece que en el proceso la cosa fue decreciendo.., pero el tamaño no es tan importante.

En los campos de fútbol -y en los vestuarios- también parece que la homosexualidad no existe y que ningún jugador la "padece" a pesar que la Organización Mundial de la Salud hace unos años decidió que no era una enfermedad, solo una orientación diferente de la mayoritaria. ¿Y la violencia de género? Un jugador, acusado de agredir a su pareja, recibe la solidaridad de sus fans y muchos en la grada gritan que la víctima era una puta. Los españoles no son racistas, ni homófobos, ni machistas, salvo cuando van en manada a las canchas.