El Teleadicto

Lo de Tosar

Antonio Sempere

Antonio Sempere

En puridad, habría que referirse a la pieza de 35 minutos escrita y dirigida por Carlos del Amor. Pero como todo el mundo en los medios se ha referido a ella como lo de Luis Tosar en Nochevieja, concedamos ese título. Sabíamos que en este país habitaban tantos entrenadores de la selección de fútbol como habitantes del mismo. Lo que desconocíamos hasta este 31 de diciembre es que también había idéntico número de críticos televisivos.

¡La de disparates que ha habido que leer a propósito del reportaje de marras! Ojo, que aquí no se libra nadie. Por un lado me topé con reconocidos columnistas de la prensa de derechas, que tacharon a Carlos del Amor de no saber distinguir la información de la opinión, reprochándole que cómo osaba incluir una brizna de ideología en una pieza incluida en un Telediario.

Por otro, supuso un ejercicio de alto riesgo zambullirse en la jungla de los comentarios de las ediciones digitales de cualquier diario, da igual de qué sesgo, y encontrarse con tanto botarate suelto. Ahí, lo digo muy en serio, es cuando nuestra España empieza a dar miedo.

El resumen del año firmado por Carlos del Amor al que este 4º año puso rostro Tosar (tras Sacristán, Blanca Portillo y Coronado) delante del Guernika de Picasso, para hablar muy a las claras sobre los horrores de la guerra, fue un puñetazo en la mesa a la hora de los postres. Necesario, aunque a alguien se le atragantase un langostino. Bellísimo en su negrura, como el baile de María Pagés y el Nocturno de Chopin interpretado por la pianista ucraniana. ¿Fue incómodo? Puede que sí. Pero sin duda, lo mejor que se emitió en toda la televisión el pasado 31 de diciembre. Gracias, Carlos.