Obituario

In memoriam: Diego García Castaño

Aprendimos todos de él por su sabiduría y su gran compañerismo. Magnífico docente, excelente investigador y mejor padre

Diego García, en la presentación de uno de sus libros

Diego García, en la presentación de uno de sus libros / INFORMACiÓN

Francisco Vives Rodríguez

Francisco Vives Rodríguez

Nos ha dejado hoy a los 90 años –aquí en la Tierra, porque su espíritu nos sobrevivirá– el gran matemático, el magnífico docente, el excelente investigador y el mejor padre, Diego García Castaño. Fue, como Catedrático de Matemáticas, mi Jefe de Departamento en el “Instituto de Carrús”, donde aprendimos todos de él por su sabiduría y su gran compañerismo. Colaboró con la Facultad de Ciencias de la Universidad Complutense de Madrid, donde el Catedrático Javier Etayo le encargaba la demostración de algunos teoremas, resolviéndolos en 2 meses cuando lo normal era emplear 6. No fue Catedrático de Universidad porque entonces se cobraba poco, y como tenía 8 hijos dio clases de Matemáticas en la Academia Peñalver de Madrid, que le rentaban más, donde preparó el ingreso a la Escuela de Ingenieros Industriales, a algunos alumnos de diferentes ideologías, que contribuyeron a llevar a cabo la Transición política española, como Martín Villa, entre otros.

Además de publicar libros matemáticos, su gran pasión fue estudiar, investigar y publicar la vida del eminente marino, ingeniero naval y científico español Jorge Juan Santacilia, quien pasó su niñez en Elche, en la Casa Palacio de Jorge Juan, situada en la Corredera esquina con Puente Ortices, un sabio que fue el primero en medir la longitud del Meridiano terrestre.

Diego García Castaño

Diego García Castaño / INFORMACiÓN

Sabemos que los grandes cocineros nunca dan su receta completa; pues así hizo Jorge Juan, que se llevó a la tumba algunos pasos matemáticos con los que obtuvo con grandísima precisión, dicha medición. Pues bien, aquí comienza la gran aportación que hizo Diego a la Ciencia, ya que se metió en la cabeza de Jorge Juan (300 años atrás) y descubrió los pasos que éste había ocultado, y que, hoy en día, sorprende cómo pudo acertar tanto, con los medios matemáticos rudimentarios del siglo XVIII. Este gran éxito de Diego García Castaño fue publicado en algunas prestigiosas Revistas Internacionales de Investigación de la Ciencia.

Colaboró con la sociedad, siendo pionero en poner en marcha aplicaciones informáticas, y las enseñó en la UNED, Escuela Popular, Universidad de Alicante, etc. Una de ellas fue diseñar para el entonces Periódico de Elche un concurso que se llamó “La Carambola”, y que después se empleó en el “Diario de Mallorca”. También participó en “Canal Nou” en un programa de divulgación científica sobre la figura de Jorge Juan. En INFORMACIÓN publicó tribunas de gran categoría sobre el “sabio español”, entre otras cuestiones.

En fin, me quedo con las reuniones del Seminario de Matemáticas del IES Carrús de final de curso, que Diego promovía, con gran solera, en las bodegas de la Casa Palacio de Jorge Juan en Novelda, donde compañeros de distinta ideología compartíamos y nos queríamos: esa fue la gran aportación de Diego a la concordia. Seguro que descansa en Paz.