Pam y el Ministerio de Igualdad

Archivo - La secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez Pam

Archivo - La secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez Pam / Ricardo Rubio - Europa Press - Archivo

El Ministerio de Igualdad es una mezcla entre el consultorio de “Elena Francis”, la voz educadora en el franquismo de las mujeres en los valores sempiternos de la dictadura y la Sección Femenina de Falange y de las Jons, que enseñaba a las mujeres a ser buenas y perfectas esposas.

Si cambiamos el discurso, ambos, el actual y el anterior, funcionan con el mismo método: el adoctrinamiento, la consideración de la mujer como sujeto necesitado de educación dirigida y el uso de la ley para imponer una moral determinada establecida por el Estado y no confiar en su libre albedrio.

No es extraña esta asimilación entre unas y otras, pues UP no se caracteriza precisamente por sus anhelos de libertad y pluralismo, sino por el ansia de imponer unas doctrinas que, bien mirado y salvo a muy pocos, no hallan respaldo en este país, ya maduro y mayor aunque le pese a este remedo que se mueve entre el franquismo, que imita más de lo que creen y los regímenes bolivarianos, cuyo sentido de la democracia es inexistente.

La señora llamada Pam, que vive con un sueldo que multiplica por diez al menos el salario mínimo, llama a todas las mujeres a la autoestimulación, desdeñando el clásico modo, biológico, de relación entre las parejas. Le molesta y mucho que el setenta y cinco por ciento de las mujeres prefieran la para ella vulgaridad de lo de siempre y llama a rebato reclamando un cambio de paradigma, pues, parece ser, su feminismo considera las relaciones heterosexuales una manifestación del heteropatriarcado. La práctica que propone se fundamenta en una suerte de reacción contra esa sociedad patriarcal que desdeña, incluso en lo biológico, hecho éste que no parece preocuparle y que cree que se modifica con el BOE y la decisión personal de ser mujer aunque no lo seas. Una forma como otra de engreimiento propia de quien está abrumado por el poder inmerecido que le ha llovido del cielo o por una paranoia que debería mirarse.

Y si no es así, me da igual, pues a esta señora le pagamos para algo más que para dar lecciones de sexualidad y meterse donde no la llaman y desconoce. Su opinión se la calla y sus deseos, los oculta, pues no nos interesan, ni siquiera nos llama la atención saber en qué sexo milita, si lo ha cambiado en el Registro Civil o a qué tiende en sus ratos libres. Un Ministerio es mucho más que un consultorio sexual o un divertido espacio de cotilleo.

Y el de Interior, siguiendo con esta comedia que roza el absurdo, introduce ahora en las pruebas para ser policía preguntas para que los aspirantes a serlo conozcan las casi cuarenta diversidades sexuales que, francamente, pocos conocemos. Entre ellas una que se denomina escoliosexual, unido a denominaciones que casi es imposible reconocer, pero que estaban ahí desde siempre y no nos las enseñaron: biflexible, sapiosexual, heteroromántico etc…Cuánto daño hizo la dictadura. Cuán sumidos estuvimos en la ignorancia sin saberlo. Gracias Ministro.

Que un ministerio, ahora dos, se dediquen a tales cuestiones, adoctrinadoras, en lugar de dejar a cada cual, ya mayor de edad, hacer lo que le plazca conforme a su conciencia, que paguemos a las nuevas Elenas Francis una pasta que no nos sobra y que el Sr. Sánchez se muestre tan ufano y tranquilo con sus memeces, es digno de quien se ha adueñado del Poder para ejercitarlo al modo de pequeños dictadores engreídos en su moral y convicción de poderío.

La tal Pam, que parece que hace gracia a sus correligionarios y a quien rige nuestro vivir, ríe con pasión ante un grupo de sus admiradoras que se lamentaban de que la madre de Abascal no hubiera abortado. Es decir, en pocas palabras, de que este señor esté vivo, deseándole que no hubiera nacido. Le hace gracia a la Secretaria de Estado este humor, que es algo más que humor y que solo agrada a quien se apunta al aborto con esa alegría indescifrable de entender la muerte como un bien, un derecho a ejercer sin límite, no una excepción a la vida, dolorosa en todo caso. Y hace dos días, llamó a los hombres violadores y a los españoles bastante violadores. Tendrá ejemplos cercanos con certeza. Y Sánchez y este PSOE aguantan el insulto sin reaccionar solo por mantenerse en la poltrona.

Considerar a esto progresismo es una broma pesada. Consentir que nuestros impuestos se dirijan a pagar tanta memez intelectual y falta de rigor ético solo puede tener remedio enviando a esta tropa a su casa. Por dignidad.

Las mujeres, deberían saberlo, no están por la labor de sumarse a este desvarío y lo han demostrado este 8M, aunque los medios hayan optado por noticias que no reflejan la realidad. En Madrid, en 2019, salieron a la calle 350000 mujeres a manifestarse; este año, solo 27000. Menos de un diez por ciento y en grupos varios y enfrentados.

En estos años de desgobierno de UP bajo la dirección de Sánchez, todo ha subido y en este asunto, lo han hecho la violencia de género, los delitos contra la libertad sexual, el machismo como reacción a tanta insistencia en cambiar a golpe de eslogan, lo que no ha tolerado la sociedad etc…

Un fracaso que solo no ven quienes viven al abrigo de un sueldo público inimaginable para quienes nunca vivieron de un trabajo normal.

Quedan pocos meses para que termine este drama. Porque Sánchez no le quiere poner fin pase lo que pase. Y es él el responsable.