La gran noche del teatro

El que fue elegido en los Premios Talía como mejor espectáculo teatral de la temporada, Los santos inocentes, adaptación de la novela de Miguel Delibes, llegará al Teatro Principal de Alicante el 14 de abril, en cuanto pase la Semana Santa. Es lo que los diferencia con los Premios Max organizados por la SGAE, que podremos ver el 17 de abril, y cuyas candidaturas apenas coinciden.

Los montajes reconocidos por los Premios Talía, convocados por la Academia de las Artes Escénicas de España tras largos años de arduas negociaciones con la entidad de gestión por si era posible fusionarlos o, como finalmente ha ocurrido, iban cada uno por libre, reconocen un tipo de obras más conocidas y reconocidas por el gran público, que han tenido la oportunidad de girar por los grandes coliseos de las principales capitales españolas. Es paradójico, en este sentido, que sus críticos los tilden de «premios centralistas». Con las comunidades autónomas hemos topado.

Centrándonos en lo que fue la fiesta televisiva, vista en La 2 por 288.000 espectadores, hay que destacar el ritmo que le imprimieron desde la dirección compartida por Juan Luis Iborra, Antonio Najarro y David Lillo de El Terrat. El prodigioso realizador Gustavo Jiménez Vera lo volvió a clavar. La ceremonia arrancó en punta y la primera media hora fluyó a gran altura. ¿Momentos míticos? Bob Pop, Lola Herrera, Blanca Portillo, el breve y elegante Carmelo Gómez, y para todos los que amamos el musical de fuste, las intervenciones de los ganadores de Company (el abrazo entre Antonio Banderas y el entregador Pepe Sacristán fue icónico), y Cantando bajo la lluvia.

Para 2024 los Premios Talía se celebrarán en el Teatro Real y TVE los debería pasar a La 1, como la noche de los Goya. El teatro lo merece.