Tribuna

El hijo del doctor Mazón

EL HIJO DEL DOCTOR MAZÓN

EL HIJO DEL DOCTOR MAZÓN / ToniCabot

Toni Cabot

Toni Cabot

Tardaría más o tardaría menos en asumirlo, pero lo cierto es que, en un primer momento, el doctor Carlos Mazón no encajó bien que su primogénito rompiera la cadena familiar descartando Medicina para estudiar Derecho.

Él, destacado hematólogo vinculado a la Cruz Roja, confiaba en que su hijo mantuviera el vínculo familiar con la profesión que también había elegido el abuelo, pero los planes del primogénito de la pareja Mazón-Guixot caminaban en una dirección bien distinta. De hecho, no fue la carrera elegida la única nota discordante. Tampoco la política figuraba como denominador común en la lista de preferencias de padre e hijo.

El médico, que había colaborado como asesor voluntario en alguna campaña del PP, recibió en su día una oferta por parte de Julio de España para entrar de lleno en la arena política. La respuesta ni siquiera precisó de un tiempo para su meditación.

-¿Tú quieres, Julio, que mi mujer me eche de casa?

Cofrade en el Cristo de la Buena Muerte de la Semana Santa alicantina, colaborador de las Hogueras de San Juan, el doctor Mazón apuntaba a otras aficiones, pero sobre todo era un apasionado de su profesión. Dedicado a cuerpo y alma a la hematología, fue el fundador del primer banco de sangre de Alicante, un complemento vital para la estructura de la Cruz Roja en la provincia. Al acto de inauguración de la sede en la avenida de Novelda acudió la Duquesa de Alba para dar cuenta de la relevancia del evento celebrado en 1971.

Como destacada eminencia en la materia, el galeno no sólo asumió el cargo de hematólogo jefe en la plaza de toros de Alicante, sino que su presencia era obligada como responsable de las transfusiones en todas las plazas de la provincia, lo que provocó no sólo una afición desmedida por la tauromaquia, también le convirtió en un entendido en el mundo del toro.

Seguidor de José Mari Manzanares, al que vio despuntar como novillero y sobre el que aventuró un futuro prometedor, el despacho del doctor Mazón estaba presidido por la secuencia fotográfica de la cogida mortal de Manolete bajo las astas de Islero en Linares, imágenes captadas y regaladas por su amigo Canito, el afamado fotógrafo alicantino.

Esa estrecha relación con toreros y ganaderos sirvió más tarde para contribuir decisivamente en la organización de un festival en favor del Asilo de Ancianos de Benalúa.

Asimismo, fueron las relaciones personales del doctor Mazón las que, sin pretenderlo, abrieron puertas al camino emprendido por su hijo Carlos. Entre ellas, su amistad con Antonio Fernández Valenzuela, destacado líder socialista que tuvo como vecino y que, ya apartado de la política, vio en su hijo, un joven abogado unido al PP, buena madera para sujetar los cimientos de la Cámara de Comercio en un momento en que las instituciones camerales apuntaban al naufragio tras haber sido desposeídas, por orden de Zapatero, de las cuotas obligatorias que las mantenían.

Valenzuela vio en el joven Carlos Mazón, con quien no compartía partido político, a un ejecutivo fiable y capaz para sustituir a Pepe Forner al frente de la gerencia de la Cámara, un relevo que el propio Forner apoyó desde un principio al conocer de primera mano la aptitud del aspirante por haber coincidido en la puesta en marcha del carnet jove del IVAJ durante su etapa como director general de Comercio en el gobierno de Zaplana.

Y Mazón no defraudó. Primero bajo la presidencia de José Enrique Garrigós y posteriormente con Juan Riera, el abogado manejó con acierto las riendas de la Cámara, sorteando la marejada para asegurar la supervivencia en la época de fuertes tormentas.

Aquella tarea no pasó desapercibida para el incipiente proyecto político de Ciudadanos, que intentó su incorporación ofreciéndole la candidatura para aspirar a la alcaldía de Alicante cuando los vientos soplaban muy a favor del partido de Rivera y Arrimadas.

Sin embargo, Mazón, pese a no entrar en aquel momento en los planes de los populares, se mantuvo fiel al partido de su vida hasta que su «hermana mayor» en política, Macarena Montesinos, desbrozó el camino para que volviera a la arena del PP con Casado en la presidencia.

El resto del trayecto, por reciente, es de sobra conocido. Desde este lunes, el hijo del doctor Mazón se sienta en el primer sillón del Palau para cumplir, entre otras misiones, con el Servicio Valenciano de Salud que absorbió el banco de sangre que creó su padre, aquel que quería que su hijo fuese médico y ha acabado siendo President de la Generalitat.