Encalao en el terrao

El vino de la mata (2)

Pisando uva en el "afollaor", La Mata

Pisando uva en el "afollaor", La Mata / FranciscoSalaAniorte

Francisco Sala Aniorte

Francisco Sala Aniorte

El actual emplazamiento de los viñedos de La Mata data de la década 1950-1960, cuando la Compañía Arrendataria de las Salinas autoriza a los colonos a plantar otros cultivos distintos a los cereales y forrajes, anteriormente necesarios para la alimentación de los animales que se utilizaban para la extracción de la sal. La tenencia de la tierra para plantar viñas, gran parte no es de los agricultores, sino que está dividida entre trabajadores-colonos y mayoritariamente la superficie es propiedad del Estado. En porcentaje la compañía salinera tiene un 75% de los terrenos, mientras que los trabajadores y/o colonos materos el 25% restante. Los agricultores, estaban obligados a pagar una parte de su cosecha en concepto de renta a la compañía que tenía la concesión de las salinas. En 1960, en La Mata había una superficie cultivada de vid de unas cien hectáreas.

En 1980, la cosecha de uva de mesa en La Mata fue de un millón ochocientos mil kilos, que a treinta pesetas el kilo y dieron unos beneficios de cincuenta y cuatro millones de pesetas; uva de vino se vendimiaron ochocientos mil kilos que dieron una producción de sesenta mil litros de vino, que se vendieron a cincuenta pesetas el litro, dando unas ganancias de tres millones de pesetas.

En 1984, había plantadas unas dos mil tahúllas, aproximadamente, de vid. También uva de parra, pero menos cantidad, ya que esta planta necesita mucha agua y sólo había un poco en la finca llamada «La Hoya». Los agricultores materos que trabajaban las tierras a la compañía salinera pagaban cincuenta pesetas anuales como canon de arrendamiento. La superficie de cultivo se podía dividir en uva de mesa o para la elaboración de vino. Para la primera había una extensión cultivada de, aproximadamente, unas mil quinientas tahúllas y para la uva de vino solamente unas quinientas. Las viñas estaban plantadas en dos tipos de suelo: uno arenoso y oro fuerte, en este último la cepa plantada necesita mucha más agua que en el suelo arenoso. El suelo fuerte está caracterizado por un color rojizo. En aquellos años habían tipos de uva, siendo para la uva de mesa o consumo las variedades «roseti», «moscatel», «valensi» y «moscatel italiano»; y para la uva de vino, «merseguera» y «esclafacherre», entre estos dos tipos de uva hay grandes diferencias en cuanto a su plantación, ya que la «merseguera» -que era la que más se plantaba en esa época- producía poco pero saca muchos grados, mientras que la «esclafacherre», por el contrario, produce mucho pero saca muy pocos grados y en aquellos años se plantaba muy poco. La uva de mesa se recolectaba en agosto y la de vino en septiembre. Mientras que la uva de mesa se exportaba a toda España, la de vino, al ser tan poca cantidad, se dedicaba solamente al consumo propio para la venta en La Mata.

La producción de vino en La Mata en 1986 fue de ocho mil cántaros de vino -noventa y dos mil cuatrocientos litros-, que vendidos a setenta y cinco pesetas litro hizo que se obtuvieran seiscientas mil pesetas de beneficio. Del año 1993 no tengo cifras del volumen de la cosecha, pero sí que la uva de mesa, que se vendió a sesenta y cinco pesetas el kilo y el vino a ciento cincuenta pesetas el litro.

En los últimos veinte años del siglo XX se produjo un progresivo abandono de las parcelas de viñedo, debido principalmente a razones de falta de rentabilidad económica y ausencia de relevo generacional. Los datos indican que en esos años se produjo una reducción del 50% de la superficie cultivada.

Para la elaboración del vino, antes de la vendimia, lo primero que se hace es coger un par de uvas, de las verdes y de las maduras, se le exprime el zumo introduciéndolo en un recipiente graduado para a continuación introducir dentro del mismo una escala que marca los grados de azúcar que tiene la uva y que, tras la fermentación se convierten en grados alcohólicos; a este utensilio en La Mata se le llama «pesamosto». Por medio de este procedimiento el labrador sabe los grados deseados al vino.

La vendimia de la uva moscatel de mesa en La Mata, que se desarrollan junto a la misma laguna salada, comienza a finales de julio, siendo la más temprana vendimia en España.

Las peculiaridades de la zona y una característica producción de vino, mantenida en bodegas familiares por la costumbre, se reinventan ahora con elaboración más artesanal de los caldos materos.

Los materos, colonos de las tierras protegidas, tienen otros usos con sus viñas y sus vinos. Empezando por ejemplo por la misma costumbre de la vendimia, que nunca empezarán antes de finales de agosto porque ellos quieren las uvas con más grado. Algo reacios a vender sus cosechas a otros, es difícil que entiendan otro vino de La Mata que no sea el suyo.

En septiembre, cuando la uva dedicada a la elaboración de vino tiene los grados suficientes, se corta y se lleva al «pisadero» donde se disfruta de una jornada en familia obteniendo el mosto como se viene haciendo más desde tiempo inmemorial. Dos o tres hombres se disponían con unas alpargatas de esparto –espardeñas- y a ritmo de una danza constante sobre un recipiente de madera llamado «afollaor» -palabra de origen catalán- llamado en otros lugares lagar; luego «afollar» se trata de una antigua técnica que consistía entre dos o tres hombres pisar las uvas con alpargatas de esparto dentro de este recipiente, siendo el procedimiento a pie es el más tradicional.