Júcar-Vinalopó, un trasvase con demasiada historia (1420 - 2023)

Las aguas del trasvase Júcar-Vinalopó comienzan a llenar los embalses de riego.

Las aguas del trasvase Júcar-Vinalopó comienzan a llenar los embalses de riego. / Áxel Álvarez

Ángel Urbina

Ángel Urbina

Estimado Carlos Sánchez Heras, en primer lugar, deseo agradecerle en primera persona y como presidente de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó Alacantí y Consorcio de Aguas de la Marina Baja su convencimiento en defensa y apoyo al Júcar-Vinalopó, un trasvase posible en este momento.

Deseo compartir a través de este artículo datos e hitos históricos que, sin ninguna valoración política, han marcado el trasvase Júcar-Vinalopó.

El primer dato histórico sobre el Júcar-Vinalopó se conserva en los Archivos de la ciudad de Elche y corresponde a la carta que remitió el 27 de mayo de 1420 el Concejo de Elche al Concejo de Villena resumiéndose en una simbólica frase: “Ir de la mano en lo que toca traer el agua del Júcar”. Y ese es el espíritu con el que nace la Junta Central: ir de la mano todos en lo que toca traer agua del Júcar y evitar la sobreexplotación de nuestros acuíferos, fruto de nuestro histórico y endémico déficit hídrico en la provincia de Alicante.

Dando un salto de 578 años desde esa simbólica carta entre ilicitanos y villenense, con no pocas vicisitudes a lo largo de muchos años para conseguir ese trasvase tan necesario, nos situamos en 1998. En el Plan de Cuenca del Júcar, aprobado con el consenso de todas las partes, se adjudican 80 Hm3 desde el río Júcar al Vinalopó tanto para regadío como para abastecimiento, y evitar así la sobreexplotación de los acuíferos del Vinalopó-Alacantí (usados tanto para regadío como para abastecimiento) y al mismo tiempo asegurar el abastecimiento de la Marina Baja.

El Plan de Cuenca del Júcar consigue el consenso gracias al llamado Convenio de Alarcón, donde el ahorro de 200 Hm3 en la modernización de los regadíos tradicionales del Júcar servirían para solucionar también los problemas de Albacete, a través de la sustitución de sondeos y en Alicante gracias al Júcar-Vinalopó. Gracias a este acuerdo, hoy en sus bodas de plata, tanto Albacete como Valencia, han conseguido lo pactado, mientras Alicante, sigue pendiente de conseguir lo que le corresponde.

El 14 de noviembre de 2002 se pone la primera piedra del Júcar-Vinalopó desde Cortes de Pallas realizando en el teatro Chapí de Villena el acto institucional de esta primera piedra. Puedo constatar que, en este acto, se sentaron juntos tanto el presidente de la Unión Sindical de Usuarios del Júcar y presidente de la Acequia Real del Júcar, Juan Antonio Delgado, junto al entonces presidente de la Junta Central del Vinalopó, Alacantí y Consorcio de Aguas de la Marina Baja, Andrés Martínez. Este trasvase, con toma en Cortes de Pallas, nació desde el consenso. Y prueba de este consenso y buena armonía fueron, sirva como anécdota, la asistencia durante los dos años siguientes a los toros en las Hogueras de Alicante de ambos presidentes, junto a Luis Alted, como vicepresidente de la Junta Central, junto a José Fortea representante del USUJ y presidente de la Comunidad de Regantes de Sueca.

Llega 2005 y la necesidad por parte del Gobierno de España de unos pocos votos de ERC para poder aprobar los presupuestos del Estado, como actualmente está pasando, se tomó al Júcar-Vinalopó como moneda de cambio para que esta formación, a través de sus acólitos en la Comunidad Valenciana impusiera un cambio de toma del agua desde Cortes de Pallas al Azud de la Marquesa. No hay que olvidar que trasvase Júcar-Vinalopó original es el único que cuenta con un informe independiente del Banco Europeo de Inversiones (BEI), que califica este trasvase, con toma en Cortes, como técnica, económica y medioambientalmente viable. Cuesta de entender, a día de hoy, que con un trasvase ejecutado al más del 50% se llevara a cabo el cambio de toma porque los datos objetivos son demasiado contundentes:

De un coste energético de 1,3 kW/m3 en Corte, se pasa a casi 3 kW/m3 en el Azud de la Marquesa. Sólo esta diferencia de coste energético supone, a día de hoy, 0,40€/m3. De un trasvase con aguas válidas tanto para regadío como para abastecimiento con toma en Cortes de Pallas, se pasa a un trasvase con aguas sólo válidas para regadíos y siempre con una espada de Damocles sobre su calidad.

El trasvase original contaba con un equilibrio económico financiero donde se pagaba el coste real, se asumía la amortización y los precios actualizados a día de hoy serían:

Regadíos Alto Vinalopó………………………… 0,13€/m3

Regadíos Medio Vinalopó-Alacantí ……… 0,21€/m3

Abastecimientos de Vinalopó-Alacantí…. 0,40€/m3

Abastecimientos de la Marina Baja………. 0,45€/m3

El cambio de toma supuso, sin lugar a dudas, la mayor afrenta que ha sufrido la provincia de Alicante en las últimas décadas como así se puso de manifiesto en la manifestación multitudinaria llevada a cabo el 10 de septiembre de 2005 por las calles de Alicante, donde regantes, ciudadanos, todos los representantes alicantinos de la sociedad civil, así como la mayor parte de los representantes políticos, sin distinción partidista, estuvieron presentes.

Todavía recuerdo la visita el 8 de julio de 2005 a Cortes de Pallás con la visita a las obras prácticamente terminadas de la toma y el paseo en barco desde Cofrentes, donde junto a los usuarios, nos acompañaban los principales alcaldes en ese momento en el Vinalopó, asegurándonos que por esa Toma pasaría mucho más de 80 Hm3. Y justamente 20 días después, el 28 de julio de 2005 se nos comunica a los usuarios, en la sede de un partido político, la decisión de estado del cambio de Toma. Los usuarios nunca fuimos responsables de la decisión del cambio. Simplemente hemos intentado de defender los intereses de todos nosotros desde la más absoluta lealtad institucional, tanto de regadío como de abastecimiento, intentando en cada momento avanzar en la puesta en marcha del trasvase Júcar-Vinalopó.

En la actualidad, por otro lado, se ha eliminado el trasvase de agua para el abastecimiento urbano (humano) y desde la Junta advertimos de este grave problema. A este se suma la falta de infraestructuras para distribuir el agua, vacío por las fisuras el embalse regulador de San Diego en Villena, la lentitud y carencia de obras para el postrasvase, más la falta de unas reglas de Explotación.

La Junta trabaja para terminar de cerrar un convenio para el uso del agua actual, con la Confederación Hidrográfica del Júcar, Acuamed, con un precio asequible 0,24 €/m³ durante 10 años. Esta senda de suministros estipulada nos permite poner en marcha el trasvase Júcar-Vinalopó actual como recogió hace unos días INFORMACION. La Junta Central será leal con lo que firme, y siempre luchará por la defensa de sus derechos e historia para mantener el sistema socioeconómico de nuestro territorio. Somos los responsables, ni más ni menos, de que no le falte el agua a las 60.000 hectáreas del regadío y dar de beber a 1.500.000 de personas en nuestro hermoso entorno del Vinalopó, L´Alacantí y Consorcio de Agua de la Marina Baja.

La historia del trasvase es la que es e invitaría a cualquiera que desee conocer o se atreva a escribir algo sobre el Júcar-Vinalopó, haga la lectura obligada del libro realizado recientemente por los ilustres profesores D. Antonio Gil Olcina y D. Antonio Rico Amorós, ACUEDUCTO JÚCAR-VINALOPÓ (1420-2020), donde queda reflejada perfectamente la verdadera historia del Júcar-Vinalopó, un trasvase con demasiada historia.