Infancias robadas, muchos implicados 

Fiscalía de Menores.

Fiscalía de Menores. / F. Bustamante

Me adelanto a escribir, ya que noviembre da para muchos otros "D", y no seré comedida a la hora de hacerlo. 

19 de noviembre es el Día internacional contra el abuso sexual infantil, o, dicho de otra manera, día ¨D¨ la doble moral nacional, porque no se puede estar en contra de algo que ni siquiera se persigue, ni se evita...  

Tengo cientos de argumentos de vivencias propias y ajenas que lo demuestran, de muy fácil comprobación en los tribunales españoles, y hasta las Naciones Unidas han evidenciado en innumerables ocasiones que ¨LA JUSTICIA ESPAÑOLA NO PROTEGE A LA INFANCIA DE PADRES ABUSIVOS¨.  

Esta tortura a los más pequeños está tan invisibilizada que parece que las instituciones tienen como denominador común impedir que existan condenas a padres y abuelos pederastas. 

Y eso en los mínimos casos donde la niñez tiene la valentía y confianza para contarlo, porque estos depredadores sexuales saben jugar su papel, utilizan la vulnerabilidad de las criaturas, que son amenazadas para que guarden el secreto. Lamentablemente, han normalizado que el mismo ser que las lleva al colegio o les arregla la bicicleta, sea quien deshumanice su pequeño cuerpo cuando entra vilmente a su habitación, y pone el cerrojo. 

Tal vez resulta para el Estado más rentable encubrir el infierno que soportan los que aún no votan, que tirar del hilo, y señalar responsables, como si siguieran echando aquella ¨cal viva¨, pero esta vez a los fantasmas del presente, mientras sólo destacan los del pasado. 

Es de justicia, y ya era hora, destapar los abusos de la Iglesia, como acaba de realizar el Defensor del Pueblo, y resulta espeluznante tanta impunidad, pero les pido que amplíen su horizonte, y no se olviden que esto sucede, sobre todo, dentro de la familia. 

Por ello resulta terrorífica la indefensión constante que soportan muchísimos niños y niñas tras atreverse a explicar que su padre abusa de ellos, cuando desde los tribunales no sólo no les creen, sino que, además, los castigan por decirlo.  

Lo hacen, según describen las víctimas, de un modo inhumano, salvaje, obligándoles a convivir con quienes han señalado como sus violadores y temen. Por supuesto, para que nadie los escuche, los separan de sus madres, y para ello son entregados, incluso mediante la intervención de la policía, como si no fueran personas. 

Son infancias desahuciadas, invisibilizadas y maltratadas por el sistema, pero sin que nadie se responsabilice de su martirio, aunque luego los estudios demuestren que está detrás de no pocos casos de suicidios de adolescentes y jóvenes. 

Save the Children en su último estudio: Por una justicia a la altura de la Infancia, señala aquello que, precisamente, el sistema judicial español decide ignorar, que, ¨el abuso sexual es una de las formas más graves de violencia, y una de las más ocultas¨, que en ¨8 de cada 10 casos de abusos el agresor es una persona del entorno familiar, y el 96% de ellos no tienen antecedentes penales¨, lo que es lógico si bloquean que se llegue a juicio. 

Basta con analizar las asombrosas diferencias entre las denuncias que se realizan contra padres y abuelos abusadores, y la ausencia de condenas a los mismos. 

Procedimientos que, a pesar de las evidencias, del relato de las víctimas, de las pruebas médicas y psicológicas, se archivan. ¿Por qué? ¿Será que se les acabaría el negocio?  

Lo certifica con sus investigaciones una de las fundaciones (para algunos) más prestigiosas, ANAR: ¨Uno de cada cinco niños del mundo (incluyendo nuestro país) van a sufrir abusos sexuales a lo largo de su vida¨. 

Lo que es una lástima, es que, a pesar de su conocimiento e investigaciones, de los que nos hacemos eco los periodistas, sus responsables también abandonen a algunas de las víctimas, apoyando "buscas y capturas” al publicar las fotografías de las criaturas, aunque estén fomentando que las persigan. 

No parece que les importe el dolor que hay detrás, ni tampoco el riesgo al que las exponen. Madres, niños y niñas aterrados, que tras años de calvario judicial pidiendo ayuda, e impunidad a los agresores, han considerado, que, para proteger la vida de sus hijos, la única salida que les ha quedado es esconderse. 

Supongo que es el precio de las "subvenciones", pese a que creo que, sabiendo lo que saben, les hace cómplices.  

¡Qué bien nos queda en nuestra democracia modélica sumarnos a fechas tan elocuentes para tan sagrados cometidos!  

Estos días D sirven para el lucimiento personal en los tuits de aquellos que siempre quieren salir en la foto, utilizando las mismas frases propagandísticas que adornan los programas electorales de algunos de los teóricos partidos de la izquierda, y de moralina facilona y rancia en los de derechas, pero a la hora de la verdad, para la protección inmediata que precisan los niños y niñas que están en riesgo extremo, y a sus madres, nada. 

La realidad demuestra que no es una cuestión de siglas políticas, pero sí de políticas que realmente respeten derechos de la infancia, sin hipocresía paternalista, ni modernismos de adultos que no crecieron, o que tal vez sufrieron esos abusos, y para ocultar su drama, tapan el de los demás. 

Sería útil olvidarnos de los falsos lazos de matrimonios consagrados, ya sean laicos o muy cristianos, donde las criaturas son la excusa de sus mentiras piadosas con grandes dosis de virtudes públicas, y de vicios privados. 

Si topamos, como diría Miguel de Cervantes, con hechos judicializados, todos se lavan las manos, incluso los que parecen buenos. Comienzan sibilinamente con el ¨divide y vencerás¨ a quienes las acompañan, mientras que las madres, y entorno intentan desesperadamente sortear un verdadero viacrucis, que es puro acoso y derribo. 

La realidad es que, a pesar de la dureza de los hechos que describen las víctimas infantiles ante los equipos psicosociales del juzgado, (salvo excepciones, que supongo que las habrá), al denunciar, todo se vuelve en su contra. 

Es lo que la Dra. Jennifer Frey denominó como DARVO, que es la abreviatura en inglés para deny, attack, reverse victim y offender, que en español sería: denegar, atacar, revertir el papel de la víctima y el ofensor.  

Mediante esta estrategia procesal que usa el agresor, sus letrados, y gran parte del sistema, las madres que defienden a sus hijos e hijas, y acuden a la policía, son criminalizadas (supuestamente) por las mismas instituciones que promueven el 016, lo que algunas mujeres consideran una trampa. 

Estos días D son útiles para visibilizar una verdad oculta y que nos escuece, pero también para cubrir tiempo de televisión, y alimentar titulares en el resto de medios que quieren demostrar lo comprometidos y solidarios que somos.  

De paso dan voz a algún testimonio, preferiblemente ya adulto, siempre poniendo el foco en la víctima y no en el agresor, para que nos duela lo justo, y lo veamos lejano, pero ojo como nos toque de cerca, entonces todo cambia. 

Es imposible volver a conciliar el sueño cuando te quitas la venda y descubres cómo funcionan los perversos engranajes de los tribunales de familia y penales. Entonces la realidad supera, y con creces, cualquier ficción. 

No voy a poner ejemplos ni cifras de los ¨mártires¨ en los países que consideramos del tercer o cuarto mundo, ni de las feroces dictaduras que se alimentan con las armas de los del primero, de hecho, no quiero hablar con estadísticas, aunque existen, pero sí podría hacerlo con nombres propios, y que cada cual revise su casa y no esconda debajo de sus camas su propia infancia robada, ni la del resto. 

Leía hace unos días los testimonios de diferentes familias que denunciaban que habían descubierto la filtración de pedófilos a través de las cámaras vigila bebés que instalaban en sus cunas.  

Resulta aterrador simplemente imaginarlo, pero a la vez, estos padres son afortunados, ya que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, y el juzgado que lo investiga, no duda en ningún momento de los hechos, pero si sucede en casa, el cambio es radical. La presunción de inocencia hacia el pederasta se acentúa si la niña o el niño comparten con él el primer apellido.  

A veces será por falta de formación, otras por el lícito deseo de que no existan "monstruos" de ese nivel, pero también por el poderoso lobby "pedófilo" que los ampara, convirtiendo a nuestros hijos en un cebo facilón en una España que lo oculta, y lo niega, a pesar de tener nombre propio: "VIOLENCIA INSTITUCIONAL". 

Las publicaciones científicas sobre el impacto de este tipo de violencia en la infancia de la Dra. Emma Katz deberían ser de obligada lectura por nuestras autoridades, para que valorasen los esfuerzos realizados por las madres con el único fin de salvar a sus hijos. Se llama amor y resiliencia, y en un mundo civilizado, no debería ser un crimen. 

Hoy ponerle cara a un sacerdote, profesor o sector ajeno al grupo sanguíneo es posible, pero si atravesamos las puertas del hogar, no hay valor para descubrirlo, ni por supuesto para castigarlo.

Tampoco valen las palabras, ni los dibujos, e incluso las pruebas médicas de las niñas, ni de los niños para la justicia, sencillamente carecen de credibilidad por "ser niños o niñas", y sus madres por "mujeres". 

En casi todos los casos comienzan los procesos con una amargura tan intensa, tanto miedo, y en pleno estado de shock, (coincidiendo la mayoría de las veces con ser madres maltratadas…) que se encuentras disociadas y perdidas, y en frente están "ellos", que sí saben lo que han hecho, que nada les duele, y son conscientes de que los jueces, salvo honrosas excepciones, van a defenderlos.  

Canallas, psicópatas narcisistas sin escrúpulos, farsantes, impostores, criminales con caras de honorables ciudadanos, pero que de puertas para dentro someten a vejaciones inimaginables a sus propios hijos e hijas. Es tan espantoso lo que les hacen que es preferible ignorarlo que reconocer que esto ocurre, aunque puedan evitarlo.

Suelen, en muchas ocasiones, estar protegidos por el cinismo bien estructurado que niega toda evidencia, aquel respaldo por ciertos equipos psicosociales, que curiosamente son seguidores de la teoría en pro de la pederastia creada por Richard Gardner, el falso síndrome de alienación parental (SAP). Consiste en restar credibilidad al testimonio de los niños, ignorar las evidencias y culpabilizar a la madre.  

Él mismo decía que había que ayudar a los padres (abusadores), a darse cuenta de que no hacían nada malo, y alejarles de los prejuicios exagerados de la sociedad ante la pederastia. Les invito a leer las investigaciones de la periodista Alexandra Correa desenmascarando esta falacia, y les prometo que sentirán absoluta repulsión ante la depravación que esconde este psiquiatra. 

Lo que es inadmisible, y debería ser jurídicamente inaceptable es que ciertos psicólogos de los juzgados lo avalen, y lo blanqueen, (presuntamente) con la complicidad de los magistrados. No es casualidad que la mayoría de ellos trabajen justamente en los departamentos contra los abusos sexuales infantiles…  

La revista jurídica de Igualdad de Género de Themis en su nº 4 lo describió como LA NUEVA INQUISICIÓN: SAP. Lo que es incomprensible es como alguna magistrada, que colabora en esa misma publicación, parezca haberlo olvidado. 

La fiscal de Sala Teresa Peramato públicamente advierte que el SAP no existe, y que utilizarlo es maltrato infantil, pero no hay semana que no conozca un caso nuevo de arrancamiento de un niño o niña.

En las Conclusiones del XVII Seminario de Fiscales Delegados en Violencia sobre la Mujer de 2022 dejan claro su inexistencia, y subrayan que el Consejo General del Poder Judicial ha rechazado la existencia del SAP, y que "no puede fundamentarse un cambio en el régimen de custodia en el mal denominado Síndrome de Alienación Parental”, pero se sigue haciendo aunque esté prohibido.

También recuerdan que en el Pacto de Estado contra la Violencia sobre la Mujer se acordaron aquellas actuaciones que sean necesarias para evitar que el denominado SAP pueda ser tomado en consideración por los órganos judiciales.  

¿Cuántos jueces y psicólogos están siendo investigados por utilizarlo? Ninguno (que yo sepa).  

Si la ley de Protección a la Infancia obliga a los poderes públicos a impedir su uso en sentencias judiciales, y las autoridades pertinentes son conscientes de que es una vulneración de los Derechos Humanos de los niños y sus madres, ¿no convierte esto al Estado en responsable directo del maltrato a la infancia y a sus madres protectoras?  

¿Cómo permite el Poder Judicial que personal de la judicatura o psicólogos con esta ¨afinidad¨ tan atroz decidan sobre sus vidas? ¿Es que toman a las madres por tontas? 

Sujetos que deciden la NO credibilidad de las criaturas, incluso cuando se puede demostrar la manipulación de sus propios informes con los audios de las entrevistas, y el análisis milimétrico de los mismos.  

Lo que se empieza mal, acaba peor. Una frase muy repetida que simplemente culpabiliza a la mujer-madre, y castiga vilmente a la niña o niño que rompe el silencio. Pero, ¿cómo se puede comenzar con estrategia y frialdad un proceso en el que acabas de descubrir que tu pareja, el padre de tus hijos es el responsable de sus infecciones genitales, de las pesadillas nocturnas, y del terror del día a día?  

¿Cómo sobrevivir a esos dibujos infantiles de "tres piernas" cuando describen al progenitor...? 

Y mucho más que callo por dolor propio. 

Conmemoremos muchos 19 de noviembre, pero hagámoslo destapando, descubriendo, persiguiendo, y condenando a los responsables de este crimen de la Humanidad que sigue siendo un tabú en pleno siglo XXI, y que es, justamente el pretexto para este día: EL ABUSO SEXUAL INFANTIL.  

De lo contrario, más pronto que tarde el remordimiento nos hará responder a todos, incluso al Poder Judicial que hoy, en muchos de sus autos, sentencia sin consecuencias profesionales, ni personales, como ocurrió con las hijas de Itziar Prats víctimas de violencia machista, vicaria e institucional. 

Su madre pidió ayuda al Estado, presentó pruebas claras de malos tratos, y detalló el riesgo que corrían sus pequeñas de 6 y 2 años, pero a ellas tampoco quisieron creerlas.  

Su progenitor, en el obligado régimen de visitas impuesto por la jueza de Castellón, las asesinó. ¿No es esta señora cómplice? 

Martina y Nerea desde aquel 25 de septiembre de 2018 son dos mariposas que, en el universo paralelo de los sueños, nos regalan la ilusión de que algo cambie a través de su asociación El Latido de las Mariposas. Y lo hacen tejiendo esperanza para que ni a mi nieta, ni a ninguna criatura les suceda como a ellas, y en ese empeño vive su madre, que será siempre la mejor MADRE del mundo.