Nuevos tiempos

Conocer de dónde venimos, saber a dónde vamos. La breve referencia histórica que, con suma elegancia, pronunció Luis Rodríguez en su toma de posesión como Autoridad Portuaria encajaba perfectamente, a modo de introducción, en ese discurso que anunciaba un tiempo nuevo junto a una, mejor dicho, a otra oportunidad histórica en el horizonte. La primera, como deslizó Rodríguez evitando abrir heridas, cayó en saco roto allá por los años 60-70 debido a que el director del Puerto de la época, cuyo nombre es mejor no recordar, decidió descartar la innovadora propuesta del empresario Perfecto Palacio de la Fuente para hacer del muelle alicantino una sede referente de terminal de contenedores.

-«Xe, Perfecto, no vingues a maregar i complicar la vida amb eixes caixes de mistos, que aquí estem molt tranquils».

La intervención de Luis Rodríguez marcó ayer una línea de salida horas después de que Valencia, ese muelle donde Palacio desarrolló el proyecto que no le permitieron hacer en Alicante, levantara las barreras de la que va a ser la terminal más grande del Mediterráneo. Ante ello si, como subrayó Mazón, no hay menos ambición para el puerto alicantino, al frente de ese ambicioso reto se ha situado al ejecutivo apropiado, un directivo con trayectoria y sobrada capacidad para hacer del muelle alicantino ese ambicioso espacio de progreso que la falta de luces truncó a mediados del pasado siglo. La conexión con el futuro Corredor Mediterráneo y el Palacio de Congresos aparecen como puntos de partida de ese anhelo que debe fusionar Alicante y su provincia con su puerto de referencia. Afortunadamente, hemos cambiado de siglo y, sobre todo, al director portuario.