Opinión | EL TELEADICTO

Protagonista, Palencia

Semana Santa. Hermandad de Jesús Triunfante

Semana Santa. Hermandad de Jesús Triunfante / Pilar Cortés

Este 2024 le ha tocado a la Semana Santa de Palencia. Es una suerte contar con el escaparate de TVE para mostrar esta expresión de arte y cultura popular en todo el territorio nacional, sobre todo una vez que los avances tecnológicos nos permiten una calidad de sonido e imagen tan sofisticados. Teniendo en cuenta que la televisión pública solamente transmite las procesiones de una ciudad cada año, de aquí a 2050, se encuentre como se encuentre el país entonces, sólo habrán sido afortunadas 26 ciudades. No exagero si afirmo que nada más en territorio andaluz habría más de un centenar de poblaciones dignas de que sus desfiles y rituales fuesen conocidos con detalle por todos. Afortunadamente, podemos llorar solamente con un ojo, dado que las televisiones autonómicas (y algunas locales con muchísima dignidad) completan este mapa semanasantero para que el espectador, a la carta, en directo o en diferido, pueda elegir entre las localidades más pintorescas.

Aunque lógicamente, cuando una retransmisión se realiza con medios, se nota. De ahí que TVE marque la diferencia. Todavía recordamos las tardes exquisitas en Medina de Rioseco, o más recientemente, en Zamora. Tan importantes son los pasos procesionales como el marco en el que se desarrollan. Al firmar el convenio con TVE, los cortejos se adaptan a la transmisión, modifican sus horarios y las cámaras se instalan en lugares desde donde se divisan monumentos históricos: arte sobre arte.

La televisión pública peca de centralista. Parece mentira que todavía constriñan sus transmisiones al jueves y viernes, cuando tanto en Andalucía como en Murcia y las dos Castillas las calles se abarrotan desde el Viernes de Dolores. Hace 50 años, con medios muy precarios, se ofrecían más transmisiones. Y nada más lejos de mi mirada que la pacatería sacristana.