Opinión

La boda del año

Mucho se ha comentado sobre la transmisión de la boda de José Luis Martínez-Almeida en Telemadrid: medios públicos para un enlace privado. Poco interés puede tener lo que yo opine del asunto, pero sí puedo aportar datos reveladores como historiador televisivo a propósito de este evento. Hasta la muerte de Franco, los Viernes Santos no se emitía la segunda edición del Telediario. Esa jornada estaba reservada a una programación especial. Conservo una por una las parrillas anuales de aquellas jornadas. Este 2024 Telemadrid suprimió su Telenoticias 2 del Miércoles Santo, Jueves Santo y Viernes Santo para emitir maratonianos especiales de hasta 8 horas con procesiones en directo de desfiles procesionales. Cuando la lluvia los suspendió, programaron ‘Madrileños por el mundo’. El resto de televisiones autonómicas públicas compaginaron las procesiones en directo y sus especiales de Semana Santa con sus informativos de noche, sin suprimirlos ningún día.

Aterrizando en la Comunidad Valenciana, no deja de ser curioso que en su día Canal 9 fuese la única televisión de una autonomía con lengua propia que no emitiera la misa dominical. Con la que montaron con motivo de la visita del Papa a València, televisada minuto a minuto. Me refiero a la etapa en la que los presidentes eran Zaplana y Camps, cuando las productoras privadas madrileñas hacían su agosto en Burjassot. Dado que ni Alicante ni Castellón tuvimos demasiada vela en ese entierro (que lo fue, finalmente el canal cerró) deberían ser quienes vivieron los hechos en primera fila los encargados de explicar con detalle lo que sucedió.

Por lo demás, pese al sesgo que no disimula, Telemadrid supera en audiencia a la actual À Punt. De la boda del año, sólo apostillo que no encuentro profesión más triste que ejercer de apoyabrazos del rey Emérito.