El poeta del pueblo falleció un sábado, víspera del Domingo de Ramos, a las 5.30 hora de la mañana del 28 de marzo de 1942 por fimia pulmonar (hace ahora 80 años). Nadie junto a su cama. Su compañero Joaquín Ramón Rocamora estaba durmiendo. No le pudieron cerrar los ojos. Lo pasaron al sótano del reformatorio.

Nada dejó escrito en la pared, no estaba para escribir. Ramón Pérez Álvarez entregó al oficial Antonio Illán los objetos personales. Nada se hizo por salvarle, el jefe médico doctor José María Pérez Miralles solicitó su traslado al Hospital Provincial de Alicante, los cuidados médicos eran nulos. Se solicitó su traslado al Sanatorio de antituberculosos de Porta Coeli, Valencia, debido al avanzado estado de Miguel poco se podía hacer allí, puesto que la estreptomicina no llegó hasta 1944.

En calle Pardo Gimeno número 15 de Alicante vivió Elvira, hermana del poeta y también una temporada Josefina, antes de que se marchara a la calle de San Nicolás donde vivían sus tíos maternos. Sus restos mortales descansan actualmente en el cementerio de Nuestra Señora del Remedio de Alicante, en zona de personajes ilustres. Primeramente, estuvo en el nicho número 1009, de la calle San Pascual, cuyo epitafio decía simplemente: POETA. Sus restos reposan en una sepultura con lápida de mármol blanco, donde también están enterrados: su hijo Manuel Miguel fallecido en 1984 y Josefina Manresa en 1987. ¡Descansen en paz!