Quisiera compartir la experiencia que he podido observar en el Ayuntamiento de nuestra ciudad.

Como estamos en periodo voluntario de pago de impuestos, me he personado en el Ayuntamiento, en la entrada me ha atendido un conserje muy amable que me ha preguntado por el trámite que deseaba realizar, "quiero los recibos de IBI y basuras de mi piso nuevo, es el primer año que lo voy a pagar"... me ha dado un número y me ha indicado esperara a que "saliera mi número en pantalla".

He visto en la primera mesa un señor con gafas de sol, que estaba acompañado de una señorita vestida de negro y algo me llamaba la atención. 

¡Estaban comunicándose con sus manos! Era la primera vez que presenciaba la superación de unas barreras tan difíciles.

El hombre y la señorita que le acompañaba, hablaban, mejor dicho...se comunicaban, y mis ojos no podían dejar de mirar esa forma de comunicación.

La la funcionaria que les atendía se ha levantado, ha tomado las manos al señor y se ha comunicado con él con su sistema de comunicación, y tras unos momentos de un movimiento de manos que no podía dejar de mirar (y no porque pudiera entender nada) le ha acompañado al cajero, y ayudado con el pago de lo que el señor debía pagar. La señorita que le acompañaba al señor con sordoceguera le agradecía la ayuda a la funcionaria y le explicaba que llevaban toda la mañana de un sitio a otro (Suma, banco…) y que su ayuda era muy valiosa.

Me he sentido orgulloso de mi Ayuntamiento, de su personal y las altas capacidades que a mi parecer tienen. 

Cuando ha llegado mi turno, me ha tocado con la misma funcionaria que ha ayudado al señor con sordoceguera, de una forma eficaz, muy profesional y sobre todo amable.

Enhorabuena a quienes seleccionan a nuestros funcionarios/as ya que están altamente capacitados/as para atender a las y los alicantinos independientemente de nuestras capacidades. Pagar impuestos y ver que se aprovechan recursos es un orgullo.