Expolio imperialista

El presidente de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, en un mitin durante la última campaña electoral en Grecia.

El presidente de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, en un mitin durante la última campaña electoral en Grecia.

Moisés Aparici Pastor

Moisés Aparici Pastor

No es de extrañar que los males imperialistas de siglos pasados con respecto a algunas potencias colonizadoras como el Reino Unido, el cual expropió todo y cuanto pudo a principios del siglo XIX del templo griego del famosísimo y renombrado Partenón, provoca que hoy en día aumente esa tensión entre ambos países por la disputa de todos esos mármoles que se encuentran expuestos desde hace dos siglos en el Museo Británico de Londres, obras que, naturalmente Grecia pretende recuperar legítimamente. Y la verdad es que, tras las palabras del primer ministro griego a una cadena pública británica asegurando que el Reino Unido robó las esculturas, y que tengan una parte de las obras del Partenón es partir la Mona Lisa por la mitad.

Mitsotakis asevera que nuestra posición sobre el asunto es bien conocida. Y aunque el enfado británico no ha permitido conversaciones entre ambos gobiernos, el Gobierno griego insistirá en su petición del regreso a Grecia de aquellas esculturas, a las que califica de reunificación. Grecia reclama en su orgullo patrio lo que es suyo. Por otro lado, es comprensible que Reino Unido tenga temor por el efecto que pueda provocar respecto a otros expolios en diferentes culturas, de devoluciones y quejas. La Ley británica prohíbe al Museo Británico la devolución de esas obras. En fin, un problema claramente definido y que de no obrar la buena predisposición a su devolución, tiene mal encaje. Es lo que ocurre cuando por el abuso y la fuerza expolias a sus dueños lo que no te pertenece. Se trata de diecisiete esculturas que, al parecer fueron compradas por el Gobierno británico. El Museo asevera que no desmantelará nunca su colección porque cuenta una historia única de nuestra humanidad común. Bueno, un expolio imperialista más con visos de difícil solución.