Alberto Fabra intentó aprovechó ayer al máximo sus primeras reuniones en Bruselas. El jefe del Consell logró desbloquear la llegada de 76 millones de euros de Fondos Feder, reclamó una mayor financiación al Banco Europeo de Inversiones (BEI) con el objetivo de acelerar las obras del Corredor Mediterráneo y, de paso, llevó a las instituciones europeas sus reivindicaciones para que la Comunidad Valenciana pueda ver relajado su objetivo de déficit.

Nada más aterrizar en la capital comunitaria, el presidente ya formuló su primera petición. Según informó la Generalitat en un comunicado, Fabra emplazó al BEI a que contribuya a impulsar "políticas activas que puedan generar riqueza y empleo" en un momento en el que las regiones europeas están haciendo un esfuerzo para cuadrar sus cuentas. El presidente reclamó la necesidad de combinar las políticas de ajustes actuales con políticas activas para fomentar el crecimiento y la riqueza. Como ejemplo, puso el Corredor Mediterráneo. "Hoy (por ayer) lo que vengo es a trasladar la necesidad de generar aquellas políticas que fomenten una política activa de empleo y luego también que puedan realizar aquellas dotaciones o equipamientos necesarios para poder relanzar nuestra economía. Es fundamental la lucha contra el desempleo en toda España y en la Comunidad Valenciana, especialmente con los más jóvenes", detalló el jefe del Consell.

Uno de los encuentros más productivos de ayer fue el que mantuvo con el comisario europeo de Política Regional y Urbana, Johannes Hahn. En esa convocatoria, el jefe del Ejecutivo consiguió desbloquear 76 millones de euros de fondos Feder que previsiblemente llegarán a la Comunidad en junio. Además, el comisario se comprometió a incluir una cláusula de revisión en el reparto de fondos europeos en 2016 con el fin de que se contemplen los datos del PIB más recientes y no los que ofrece Eurostat, puesto que van con años de retraso. De confirmarse finalmente este extremo, la Comunidad recibiría más dinero de la Unión Europea, dado que su PIB ha caído de manera considerable durante los últimos años como consecuencia del "crack" del ladrillo.