El debate de la financiación ha terminado, como temía Génova, por encender la mecha y alimentar la pugna entre los barones territoriales del PP. La «foto» del eje impulsado por el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, junto a su homóllogo mallorquín José Ramón Bauzá y el murciano Ramón Luis Valcárcel -tres de las comunidades más perjudicadas en el reparto de los fondos del Estado- para influir en el nuevo modelo que se está negociando y que, en principio, entrará en vigor en 2015 levantó ampollas entre las autonomías que intentan mantener una distribución del dinero que les beneficia. Extremadura, con José Antonio Monago al frente, está dispuesta a liderar otro grupo de hasta siete autonomías para contrarrestar la posición de la Comunidad, Mallorca y Murcia.

Monago ya se ha enfrentado a Fabra en varias ocasiones. Hasta ahora, sin embargo, eran escaramuzas aunque siempre con el mismo trasfondo: el reparto de la financiación. Pero la imagen del jefe del Consell junto a Bauzá y Valcárcel se convirtió en la espita para que Extremadura, convertida en una comunidad indomable para Rajoy, respondiera con toda su artillería. De hecho, el consejero extremeño de Economía, Antonio Fernández, lanzó un durísimo ataque contra las tres comunidades por reclamar «cierto privilegio». Hasta el punto de que se está fraguando otro eje para responder al que impulsa el jefe del Consell. Fernández desveló, de hecho, que cinco regiones, entre ellas Extremadura y que pronto podrían llegar a siete, han «conciliado intereses» en materia de financiación autonómica con el ánimo de «aunar voluntades» y de no actuar contra nadie.

Antonio Fernández no reveló qué autonomías forman el grupo de Extremadura, descartó llamarlo «alianza» y señaló que se ha visto obligado a hablar de estas conversaciones tras ver la «foto de los tres tenores», en referencia a los presidentes de la Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares, Alberto Fabra, Ramón Luis Valcárcel y José Ramón Bauzá, respectivamente. «Por ese camino lo único que se consigue es dividir a España, por que si se empieza a reivindicar 'para mí, para mí, para mí', que es lo que hacían, eso supone trocear y dividir a España», subrayó el consejero extremeño. La Comunidad, en cualquier caso, es la más perjudicada por la distribución de los fondos del Estado: deja de ingresar, como media, unos 1.000 millones anuales.

Salieron a la réplica el murciano Ramón Luis Valcárcel y el propio Fabra. El primero se mostró «seguro» de que José Antonio Monago tiene inteligencia para entender que el nuevo modelo de financiación autonómico debe ser en función de las personas y no de los territorios e insistióo en que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ve «con buenos ojos» el grupo de trabajo propuesto para hacer sugerencias. «Esto es muy fácil de entender cuando se quiere entender», dijo Valcárcel. El jefe del Consell, por su parte, afirmó que «no vamos contra nadie», y añadió que si alguien «se siente perjudicado, tendrá que decir por qué». «No entraré en este tipo de descalificaciones», cerró.

Alicia Sánchez-Camacho

«No puede haber comunidades que se agrupen contra otras»

La presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, reclamó dejar a un lado los «frentismos» en la negociación del nuevo modelo de financiación y estar «a la altura de la circunstancias». Confirmó que se reunirá con Fabra, Bauzà y Valcárcel pero también con otros líderes autonómicos. «Todos debemos estar a la altura de las circunstancias, y debemos negociar de manera consensuada, sin frentismos ni comunidades agrupadas contra otras», concluyó.