De nada han servido los buenos datos del Puerto de Alicante -beneficios en 2013- para que el Gobierno estirara el presupuesto de los muelles alicantinos con lo que Joaquín Ripoll apenas podrá hacer nada desde el punto de vista industrial. Los fondos que manejará serán básicamente para el mantenimiento de las instalaciones. De hecho, la mejora de los muelles de Levante (zona Volvo) y Poniente (industrial), apenas se lleva 1,2 millones de euros. El resto se distribuirá en 180.000 euros para seguridad y protección; 464.000 euros para pavimentación, urbanización y accesos y el resto para actividad intangible.
La falta de apoyo económico del Ejecutivo al puerto de Alicante -todavía no pueden entrar los trenes de mercancías a pesar de contar ya con el empalme- se palía en cierta manera con la privatización de la terminal de cruceros que, al menos, va a recibir inversiones del concesionario en forma de aparcamiento y adecuación de la terminal para la celebración de eventos en su interior, según los planes de la empresa.
