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Génova negocia con Fabra su renuncia inmediata a la presidencia regional del PP

El extitular del Consell anuncia que dejará el escaño en las Cortes tras su designación como senador y admite contactos con la cúpula popular para una sucesión antes de agosto que pretende seguir tutelando

Todos los senadores territoriales en una foto de familia ayer en las Cortes Valencianas manuel bruque (EFE)

Génova está negociando con Alberto Fabra adelantar su salida de la presidencia regional del PP después de que ayer mismo fuera elegido para un mandato de cuatro años como Senador territorial. El propio Fabra desveló, como en su día adelantó este periódico, que dejará el escaño en las Cortes y que, en estos momentos, mantiene conversaciones con la cúpula nacional del PP para preparar su relevo al frente de la dirección autonómica. Fuentes de la formación apuntaron que el desenlace se podría producir de forma inminente pero que, en todo caso, tampoco se demorará mas allá de finales de mes con lo que a la vuelta del verano, con la campaña y la elaboración de las listas para las generales en ciernes, los populares tendrían en la Comunidad un nuevo equipo con otra imagen para intentar levantar el vuelo tras la debacle del 24-M que les dejó fuera del Consell y de decenas de alcaldías.

Después del batacazo en las urnas, la intención inicial de Fabra fue dimitir y abrir el melón de su sucesión. Pero, sin embargo, Génova frenó la decisión del extitular de la Generalitat junto a la de otros barones territoriales para evitar ofrecer la imagen de que el partido se batía en retirada con una desbandada de sus cargos. Así que, inicialmente, forzó a Fabra a cambiar de opinión y le dejó en una posición muy difícil. Al frente de un partido pero sin apenas autoridad al ponerse fecha de caducidad. Seguiría hasta el congreso ordinario, que se celebrará, como pronto, dentro de ocho o nueve meses para luego no presentarse a la reelección. Ahora, sin embargo, eso ya ha cambiado. Y tras su elección para el Senado todos los movimientos apuntan a que el exjefe del Consell, a la vuelta de las vacaciones, disfrutará de su retiro en Madrid y dejará paso al frente del PP en Valencia.

De acuerdo con estas mismas fuentes, el relevo de Fabra sería inminente y no supondría la convocatoria, en principio, de un congreso extraordinario. La dirección propondría a la Junta Directiva Regional del PP el paquete de cambios -está previsto que haya una amplia remodelación de todo el equipo directivo autonómico popular- y que este nuevo grupo sea el que conduzca el partido hasta el congreso ordinario, que podría celebrarse antes de un año. Entre los nombres que están encima de la mesa los de las exconselleras Isabel Bonig -una dirigente con un gran cartel en Génova- y María José Catalá e, incluso, el del presidente del PP de Alicante, José Císcar, en buena sintonía con Javier Arenas -ahora con mando en plaza en Génova- y en una situación muy complicada después de su exclusión de la Diputación tras el veto que le impusieron desde Ciudadanos.

En todo caso, el propio Fabra rechazó un «dedazo» y dejó claro que su objetivo es un acuerdo en el que, a la vez, se tenga en cuenta su postura. El actual presidente del PP está dispuesto a marcharse pero dejando «atado y bien atado» su relevo tanto en el partido como al frente del grupo en las Cortes. «Tengo que hablar con la dirección nacional del PP para buscar la mejor solución», dijo aunque insistió en que su objetivo es «colaborar y hacer fácil esta transición, para que el partido esté lo más fuerte posible en las próximas elecciones generales». Fabra reivindicó «que sean los afiliados los que tengan que decidir». «Habrá un periodo de transición, a la espera del congreso regional, para que entonces los afiliados elijan a la persona que tenga que dirigirles hasta el próximo congreso, que será dentro de cuatro años», aseveró.

«Estoy a plena disposición del partido para encontrar la mejor solución y que podamos estar fuertes en las próximas elecciones», afirmó Fabra, quien a su vez explicó que ya está «manteniendo contactos» con Génova. «Va a haber unos cambios y se determinarán cuando haya consenso y acuerdo», manifestó Fabra. «¿Sustitutos? Me parece bien mucha gente, creo que el partido tiene personas muy preparadas para poder afrontar estos meses». El expresident de la Generalitat aseguró estar abierto y predispuesto «cualquier solución», porque, proclamó, su único objetivo es contribuir a que «esta transición sea lo mejor posible, el partido se rearme y pueda ser «otra vez una fuerza alternativa para el gobierno actual de toda la Comunidad y de municipios» ahora en manos de la izquierda.

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